Mi madre

Ella gritaba, soltaba su veneno por la boca. Yo intentaba huir, evitar el conflicto, me encerraba en mi habitación. Y ella, a lo lejos seguía gritando, atormentándome. Minuto, tras minuto. Incansable.
Yo, empezaba a llorar. Y pensaba: "No debe oírme, si me oye, utilizará mi dolor para hacerme más daño", entonces cogía una almohada y la mordía para no hacer ruido.
Intentaba cubrir mis oídos para que no siguiese alcanzándome su oscuridad. Pero mi mente me castigaba mientras, rememorando otros episodios desagradables o insultándome a mí misma. Mis impulsos suicidas se disparaban.
Sentía tanto dolor que parecía que iba a explotar. "Tranquila, no puede verte débil, contrólate"
Ella seguía gritando: "eres una desgraciada, voy a dejarte sin comida, voy a encargarme de esconderlo todo, no te mereces nada, nada. Vas a terminar sola, nadie te va a aguantar, eres mala." 
Debía esperar a que ella se quedase dormida para salir a comer. Ella se quedaba estirada en el sofá del salón. Debía caminar lentamente para buscar comida, intentando no despertarla. Pero ella siempre estaba alerta al menor de mis movimientos, como si viviese obsesionada conmigo. Y muchas veces se despertaba y me miraba fijamente, observándome con desprecio y preparándose para un nuevo asalto.
Yo cogía la comida y ella gritaba. Al final dejaba el plato. "No te ves, das asco, verte me revuelve las tripas"
Me marchaba de nuevo a la habitación. Una habitación sin luz, con la puerta rota, y la persiana estropeada. Un cubículo estrecho y angustiante.

Ella me miraba fijamente, "¿por qué te ríes?, decía. ¿Acaso te estás riendo de mí? No te rías, que no eres feliz"

Ella se aproximaba con virulencia y empezaba a buscar mi ropa y mis objetos personales: ¿Sabes dónde se va esto? A la calle, todo a la calle. Yo debía intentar controlar su ira. Me miraba con los ojos sobresaltados, su expresión era feroz, desequilibrada, agresiva.

"Nadie te va a querer, quién podría hacerlo, todos te acabarán abandonando. Ya quisieras parecerte a mí en algo, pero no tienes nada que ver conmigo, no me llegas ni a la suela del zapato. Sí, eres más guapa que yo, pero eso no te servirá de nada, por dentro no eres nada. Estúpida niña, ¿crees que la vida es de color de rosa? La vida es sufrimiento, lo aprenderás, te lo aseguro, vas a sufrir tanto. Todos se aprovecharán de ti y de tu personalidad, eres demasiado tonta. No creas a la gente que dice cosas buenas de ti, yo soy tu madre, soy la única que te conoce realmente. Sabes engañar a la gente, pero yo sé verte tal y como eres. No seas madre nunca, harás daño a tus hijos, seguro que los acabas matando. No aguanto más, algún día te acabaré matando, o me acabaré suicidando para demostrarte lo mala que eres. Te castigaré con mi muerte, y mi espíritu te perseguirá. Si te hacen daño tus compañeros por algo será, algo malo habrá en ti, no pienso cambiarte de colegio, sería tomarse demasiadas molestias. ¿Que han abusado de ti? Qué más da, seguirás viendo al hombre que abusó de ti. Yo ya te intenté advertir, pero eres tonta y no me hiciste caso. Eres igual que tu raza, no eres igual que mi familia, eres como tu padre, y toda su gente. Tu padre es un inútil y un desastre igual que tú. Tú has provocado nuestra separación, eres el mal de mi vida, desde que tú llegaste todo ha ido a peor, sólo sabes amargar mi existencia. ¿Crees que tus amigos te aguantarán siempre? Ellos se marcharán, harán su vida, y te quedarás sola, sólo te quedaré yo. No entiendo cómo alguna chica podría fijarse en ti, ésta, y ésta, y ésta otra son mejores que tú, ¿qué quieres estudiar? Pero si tú no sirves para nada, nunca vas a lograr nada. Tu novia es claramente mejor que tú, ¿qué has visto en mi hija? No lo entiendo, debe ser su físico, supongo"

Y ella seguía gritando. 


A veces me dan crisis. Y me quedo en "shock" escuchando todo eso, viendo todas esas situaciones (y otras) y me quema. Me quemo. Me siento tan desprotegida. Me bloqueo y empiezo a repetir una y otra vez: ¿por qué? ¿Por qué? Hasta que termino disociando.