Muchas familias no saben que su paciente padece TLP
Lo que es obvio es que la persona a la que ellos aman está afectada emocionalmente y probablemente en peligro.
La mayoría de las personas jamás han oído del Trastorno de Personalidad Límite a pesar de la reciente investigación realizada por el Instituto Nacional del Abuso del Alcohol y del Alcoholismo de Estados Unidos que indica que hasta el 5.9% de la población de ese país cumplen con los requisitos del TLP. Los psicólogos y psiquiatras no hablan mucho del tema, por lo menos en público, sus amigos no creen o simplemente no saben que exista el Trastorno de Personalidad Límite, no existen manifestaciones de personas exigiéndole al gobierno que haga algo y tampoco hay teletones que pidan ayuda monetaria, no existe un medicamento aprobado por la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos de E.U. – FDA para curar el TLP y mucho menos programas educativos públicos. Es por eso que al TLP se le conoce como la Lepra de la Psiquiatría.
Muchas familias no están conscientes de que los inquietantes comportamientos de un familiar con los que tienen que luchar todos los días son en realidad los síntomas del Trastorno de Personalidad Límite. Lo que es muy obvio es que la persona a la que ellos aman está afectada emocionalmente y probablemente en peligro. Muchos terapeutas no les dicen a sus familiares que su paciente cumple con los requisitos de un TLP, cuáles son los síntomas y como puede afectarles. Es muy común que los familiares no tengan acceso a una información adecuada, a habilidades que les ayuden a enfrentar la enfermedad de su paciente o a la ayuda necesaria para aliviar la tensión y que los guíe a encontrar un camino que le dé una vida funcional a su familiar.
A continuación presentamos una lista y descripción de los principales síntomas que presentan los enfermos del Trastorno de Personalidad Límite y su interacción con sus familiares y su entorno. Esperamos que les sirvan para entender mejor la personalidad de su familiar.
Hipersensibilidad e Hipervigilancia
Es muy probable que los enfermos TLP desde bebés fueran extremadamente sensibles al ruido, al tono de las voces, los olores, la luz, las texturas de la ropa y la comida. Es precisamente esa gran sensibilidad que los hace percatarse fácilmente de las molestias emocionales de las personas que los rodean y extremadamente vulnerables a las respuestas de éstos. Cualquier síntoma de criticismo, culpa o rechazo estimula reacciones muy fuertes. Son tan sensibles que tienden a aislarse y a evitar la interacción social. Las personas cercanas a los TLP son vistos como sus jueces, sus principales críticos o los que constantemente los culpan de todo. Desconfían de sus seres queridos, su vida está permeada por la tensión y tienen miedo de hacer o decir algo equivocado. Por lo mismo, les es difícil ser espontáneos por el miedo que sienten de que sus acciones sean mal interpretadas.
Descontrol Afectivo e Inestabilidad.
Los familiares de los TLP son presas de un interminable estrés y un sin fin de preocupaciones que pueden acabar con sus vidas, esto debido a los cambios súbitos en el estado de ánimo de su paciente que van de una total calma, a uno lleno de furia, hasta una total desesperanza. Sus cambios emocionales son tan rápidos que sus familiares son presas de la confusión al tener que vivir y sufrir estas experiencias.