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Hola Ana, encantada de leerte... he pensado... somos extraños hasta que nos comunicamos. cuando comunicamos con otros lo somos menos... necesitamos comunicarnos!! Esto en resumen, cuanto me gustaría ayudarte y que fuera fácil...El tema es que que no somos tan raros... y podemos eliminar una parte de pensamientos inútiles que no sirven de nada, dejar de darles importancia, y potenciar la vida, en todas sus formas...
La validación emocional conforma una de las tareas clave para el abordaje del trastorno límite de personalidad (TLP). La validación emocional forma parte de las estrategias esenciales, dentro de la terapia dialéctica conductual (DBT), desarrollada por Marsha Linehan.
A grosso modo, la validación emocional forma parte de las estrategias esenciales de la DBT en conjunto con las estrategias de solución de problemas. Permite, a la persona con TLP sentirse comprendida en un contexto estimulante y ausente de críticas. Algo que puede ser diferente en su contexto natural.
Linehan observó la importancia de determinadas estrategias para el tratamiento del TLP, entre ellas, de suma importancia la validación emocional. Su modelo supone una aproximación biosocial basada en la interrelación entre influencias biológicos y principios de aprendizaje.
Esto último puede traducirse en que la persona con TLP, además de experimentar emociones intensas, puede haber experimentado patrones de crianza invalidantes. Por ello, al experimentar una emoción intensa, difícil de controlar en la persona con TLP, su contexto puede haber hecho ver a la persona que se equivoca, que es una respuesta exagerada y que puede ser inadaptada.
En resumen, a la persona con TLP se le suele pedir que cambie su manera de expresar las emociones, pero no se le dice cómo. En este caso, Linehan lo simplifica a “enseñar a un niño que no tiene piernas a que camine igual que si contara con ellas”.
De esta manera, la persona con TLP puede haber carecido de validación emocional desde su niñez. Sumándole a la vulnerabilidad emocional, este tipo de personas pueden no confiar en sus propias emociones, ya que el ambiente le ha solido decir que se equivocaba. Aquí, estas personas pueden entrar en conflicto entre lo que el entorno les pide y lo que sienten, desarrollando estados de frustración y culpabilidad por no cumplir las expectativas del entorno.
Como se ha comentado en líneas anteriores, la validación emocional, junto con la solución de problemas, forman las estrategias esenciales en DBT. Con estas, también se realizan estrategias de cambio dirigidas a modificar patrones de conducta desadaptativos.
Los objetivos básicos de la DBT consisten en que las personas con TLP aprendan a modular la emocionalidad extrema y se reduzcan patrones de comportamiento desadaptativos que son dependientes a su estado de ánimo. Linehan pone su énfasis en la aceptación y la validación emocional para desde ahí conseguir el cambio.
La DBT proporciona un apoyo terapéutico muy completo en el que se incluyen 4 modos de terapia:
En DBT se establece que ningún cambio puede conseguirse sin aceptación. Por ende, la validación emocional resulta ser una estrategia esencial para ayudar a las personas con TLP a relacionarse de una manera diferente con las emociones que surgen, cambiando determinados patrones conductuales que les dificulta llevar su vida.
La validación emocional entonces resulta ser la estrategia de aceptación básica, y la solución de problemas la estrategia de cambio. La esencia de la validación, descrito de manera simple, significa hacerle ver a la persona con TLP que su conducta tiene sentido de acuerdo con el contexto o situación presente, aceptando a la persona y comunicándoselo.
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