TRAUMA. APEGO. DISOCIACIÓN
Las circunstancias externas pueden despojarnos de todo, menos de una cosa: la libertad de elegir cómo responder a esas circunstancias. Victor Frankl
Las reacciones que tenemos, a veces difíciles de explicar incluso para nosotros mismos, se generan a partir de aprendizajes acumulados de los que no somos apenas conscientes.
La desconexión emocional o la dificultad para regular nuestras emociones, la presencia de lagunas de memoria, creencias negativas muy profundas sobre nosotros mismos, los demás o el mundo, cambios marcados de personalidad, tener en la cabeza pensamientos o voces que no parecen nuestros, la necesidad extrema de control o perfección, y muchas otras situaciones, pueden derivarse de experiencias adversas o traumáticas, que configuran nuestro funcionamiento psicológico.
Estas experiencias van desde el maltrato en edades muy sensibles, el abuso o la negligencia emocional, hasta situaciones cotidianas que se generan en las relaciones con las figuras más significativas de nuestra vida.
Cuando esto ocurre, la relación con nosotros mismos se distorsiona nuestra mente, se fragmenta y nuestra capacidad para disfrutar plenamente de la vida se ve alterada.
El trauma complejo y la disociación crónica, son variables que afectan a muchas patologías psico(pato)lógicas, tienen que ver con un apego que no resultó ser protector.
En muchas ocasiones puede generar trastorno límite de personalidad.
Rodrigo Córdoba Sanz.
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