He pensado que el suicidio es la mejor salida a todo el problema del TLP, y creo que ustedes también lo han considerado, quizá muchos lo hayan intentado, pero me caracterizo, porque me gusta hacer las cosas bien hechas, sin fallar ni una sola vez, así que aún tengo ciertas cosas por llevar a cabo, antes de eso.
Pero, ¿ y si decidiera hacer un alto en el camino, darme una última oportunidad?.
Me diagnosticaron TLP hace 6 meses, si bien sabía que mi conducta era algo atípica, no soy de los TLP que explota en ira y hace ruido. De hecho soy muy tranquila, salvo por mi sarcasmo, mi apatía a la gente, mi incapacidad con las relaciones interpersonales, mi conflicto interno y mi falta de autoestima, creería que hubiera pasado mucho tiempo desapercibida.
No obstante, me apasioné desde niña por la actuación y me fui a estudiar eso. Lejos de mi familia, viviendo sola, decidí que no necesitaba hacer amigos y mucho menos crear lazos sentimentales con nadie, puse toda mi energía, esfuerzo y disciplina para ser una gran actriz, cometí muchos errores, en especial financieros Y 2 fracasos me bastaron para caer en la depresión que me llevó al médico que me diagnosticó.
Ahora, han pasado 3 años desde esa última vez y ya no me siento igual. No me siento herida físicamente, pero en alma, me siento como una maldita lisiada.
Debo decirles que el tema de autoestima siempre ha estado ligado a mi imagen corporal y bueno, soy gorda, a pesar de mis hábitos saludables, de mis constantes rutinas de ejercicio y mis cuidados, tengo síndrome de ovarios poliquísticos y las hormonas (que nadie puede controlar) no ayudan. Literalmente, mi cuerpo no me colabora en la parte estética.
Mis días buenos, me ayudan a encontrar un poco de esa chispa, de retomar mi carrera y mis sueños, de volver a la otra ciudad y seguir estudiando y terminar lo que un día empecé. Pero mis días malos, me arrebatan toda la esperanza. No creo que pueda tener un jefe que no sea un familiar, y que me tenga paciencia en mis días de mierda. No estoy muy segura de si podré soportar el rechazo, la frustración y las críticas que recibiré por parte de mis maestros y cómo va a seguir afectando esto mi autoestima, y lo que me causa más temor que otra cosa, es que pase tenga otro fracaso, incluso peor o más grande que los 2 anteriores, producto de mi autosabotaje, caiga nuevamente en depresión y no me pueda volver a recuperar de ello nunca más.
Tengo miedo de mí misma. Hace 8 días tomo quetiapina, he subido 2 kilos, no puedo controlar mis ganas de ingerir carbohidratos, y creo que decidí que era mejor estar más gorda aún y tener un poco de paz mental, y aunque me mantiene en un estado neutro, a veces, me veo contando las horas que faltan para tomar la dosis e irme a dormir.
La verdad es que esta no es ni de cerca la vida que yo quería, la vida que yo planeé para mí. Me siento muy infeliz, pero tengo miedo de ir a buscar esa felicidad nuevamente. Hace 3 años me rompí el corazón a mí misma. Uno cómo se recupera de eso.
Pienso en el suicidio todos los días de mi vida, incluso en mis días buenos, y creo que es la única meta que me podría trazar en la que el éxito sólo depende de mí. Sin críticas, sin rechazos, sin presiones. Y aún así, tengo miedo de que eso también salga mal. Y como dije al principio, aún tengo muchas cosas que poner en orden antes de, así que me demoro y es posible que sea un año más.
Pero ya perdí toda esperanza saben, ahora sólo me dedico a colaborar con lo inevitable. Escribiré un libro.
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Hola Nia,vale voy a reconocer que sí, pero sigo estando aquí y pensando que la vida vale la pena. Has definido algunos de los problemas que tienes. Podías trabajar sobre ellos en concreto: el cuerpo, la comida, la autoestima, la inseguridad...
Potenciar lo bueno , ponerse metas, disfrutar con algo para olvidar ese pensamiento rumiante... Vivir, aprovechar ese don, descubrir la naturaleza... Hacer como los Budistas: intentar dejar la mente en blanco.
El otro dia estuve en una charla sobre budismo... un chico explicaba que sufrimos. Sufrimos porque nuestro cerebro está dividido... y nos dice una cosa y otra... Contradictoriamente. Eso en pequeña medida le pasa a todo el mundo! se trata de intentar dirigirlo como queremos. Es una lucha. Pero vale la pena.
A mi ahora me da miedo el suicidio y la muerte, aunque sí que he contemplado esa idea. En mi caso tengo la ventaja que no tengo amigos ni familia actualmente y sólo lo notarían los vecinos por el olor a fiambre.
A veces se me pasa por la cabeza que esta vida, no es el final y que puede haber algo más allá. Y me daría miedo quedarme atrapado en el camino de escape. En la terapia con Ayahuasca, que a veces te lleva a vivir una muerte, me hizo sentirme atrapado en una realidad, de la que no podía escapar, como un sujeto que miraba algo, como un mueble en una casa vacía que mira la pared y así durante un tiempo y resulta como un horror esa sensación. Tengo miedo de que me lleve a esa situación la muerte. Además el suicidio no es algo sencillo, ni garantizado y corres el riesgo de lesiones permanentes, incluso quedarte paralizada, o disminuida psicológicamente si no sale bien, y luego no tener medios para finalizar el asunto, o ganas. Depende de cómo lo hagas. Pero has de ser sincera contigo misma. Nunca lo has de utilizar como atacar o vengarte de nadie. Muchas veces intentamos llamar la atención, pero sin que suene mal. Buscamos ayuda para resolver nuestros problemas. El fin, es dejar de sufrir, y a veces no sabemos cómo hacerlo sin irnos al otro barrio. Te recomiendo que seas sincera y comentes con tu terapeuta estos pensamientos. Puede que muestre mayor comprensión hacia tu caso o lo enfoque de manera diferente para ayudarte a sentirte mejor. Sólo recordar que muchas veces tras un cambio de medicación reciente, existe un riesgo añadido que nuestras emociones nos lleven a esas ideas, pero es algo temporal.
Gracias por compartir tu sentir.
Un fuerte abrazo lleno de cariño :)
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