Es común en algunos familiares escuchar que tienen hijos que no aceptan el diagnóstico de TLP, que, sin embargo, alguien les ha indicado que tienen o se aproximan.
Quería dar mi opinión sobre ello.
En primer lugar, creo que las personas con TLP sienten que tiene motivos para ser como son. En consecuencia con ello, el que los demás les nieguen el valor y la comprensión de lo que piensan,sienten, hacen etc, les parece mal, digamos. Y yo lo entiendo.
En este punto, creo que cabe entenderlo hasta un cierto punto,como familiares que somos. El tema está en acer valorar las consecuencias de los actos adecuadamente a la persona afectada. Ahí es donde se puede poner el acento. Conca riño, pero tampoco dejándose vencer por el engaño, digamos, o el deseo de estar bien, sin estarlo.
Por otro lado, la persona con TLP no es tonta, dicho en plata. Es inteligente y sabe que un diagnóstico conlleva un estigma muy fuerte y un condicionamiento considerable. Creo que es suficiente motivo para negarlo.
Como "soluciones", dijéramos... Pienso que es importante que el terapeuta, familiar o amigo de la persona con TLP entienda su necesidad de tener autoestima y libertad, pero ponga acento en los problemas, si los hay, con la intención de ayudar, o en las soluciones.
La persona con TLP debe ser humilde. Humilde para aceptar que sí existen problemas. Fuerte para no dejrase condicionar hasta el extremo. Creo que TLP no es totalitario, es la condición de una persona, en tanto que prooceso en desarrollo y tiene muchas posibilidades de mejora. No es cuestión de hacer propio el diagnóstico siin juicio crítico, pero tampoco de negar que uno puede tener problemas.
De modo que entiendo comprensible la negación. Pero ojo.
Así es como reflexionando quizás se extraen pequeñas ideas. Espero que os ayude en algo. Y claro está que deis vuestra opinión si os apetece. Un beso.
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