ESTA NAVIDAD HE TENIDO MUCHO TIEMPO PARA PENSAR, a pesar de que tambiién he hecho cosas, y ahora me doy cuenta que el TLP, vivirá por siempre comiendo y bebiendo de mí.
Es una realidad inexcrutable.
Para aquellos, que dicen haberse curado, me quito el sombrero y grito CHAPEÂU, pero no parra todos es igual.
De igual manera, que a todos no les sienta igual de bien la talla 38, o un pastel de manzana, no todos salimos igual de ilesos del transtorno límite de personalidad.
No digo que no se pueda mejorar. Creo que sí se puede mejorar. Pero en mi caso particular, creo que se eliminará por completo, el día que yo deje de existir. Esto no me asusta. Lo tengo asimilado. Solo hay que aprender a vivir con él.
No digo que sea fácil, pero tampoco lo han sido los años que he dejado atrás.
De manera que solo me queda seguir luchando, y cuando se manifieste ,de nuevo, intentar hacerle el menor caso posible.
ALGUIEN QUE TE CONOCE MUCHO, TLP.
INMA DE GALES
BESOIDES