Hoy he escrito esto pensando en las terapias. Creo que es muy definitivo. Un saludo
Un ejercicio de humildad
Reconocer las propias limitaciones, los fallos o las cosas que no nos gustan de nosotros mismos, y menos aún, si los demás nos las indican, requiere un importante esfuerzo de humildad. La actitud humilde es muy indicada para aprender y aceptar consejos y la posibilidad de cambio. Al mismo tiempo, una actitud positiva es muy importante, porque tampoco es fácil, recibir diagnósticos y descubrir ciertas cosas que quizás hacías de forma inconsciente. En el momento en que tomas conciencia, puede que te invada un sentimiento de culpabilidad y de tristeza tan grande, que incluso desencadene en una depresión. De modo que mantener el optimismo, así como saber poner límites a los criterios psiquiátricos es importante. Los psiquiatras y sus libros de diagnósticos siempre señalan, únicamente, una parte de lo que le sucede a una persona. Nunca, nunca, nunca el todo. Por tanto es más que fundamental, que la persona que hace terapia no se olvide nunca de su lado positivo y de que no deja de ser una persona, que también comparte con otras muchas cosas… entre otras, la posibilidad de vivir con alegría sanamente, retos ilusiones y desarrollando actividades varias, exactamente como todo el mundo que viene a la vida.
En todo caso, volviendo a la idea inicial, un intento de mejora pasa por el reconocimiento de que hay un problema que quiero mejorar. Es esto es fundamental. De la misma forma que no hay peor sordo que no quiere oír, ningún enfermo que no quiera reconocer que debe cambiar, puede cambiar, realmente.
A todos aquellos que hacéis terapia: ánimo positivo. El médico no lo es todo, aunque lo pensemos. Ni es tanto ni tan poco. Ahora bien, exigir que tenga la voluntad de ayudar también es exigible. No es sólo humilde en que se pone en las manos de otro, el otro también debe serlo para saber ponerse en el lugar de la persona que se siente enferma. El médico ha de tener humildad y buena sintonía con un usuario que le visita pidiendo su ayuda.
¿No deberíamos tener claro que esperamos de un médico psiquiatra?
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La verdad es que yo tengo muchas muchas limitaciones y ademas no las suelo reconocer me limito a pasar de todo y encima a veces obligo a los demas a que traguen con ellas y eso no esta bien ,a veces estoy tan agotada con tantas crisis de ansiedad que es cuando me derrumbo y se me cae el mundo encima y sale mi verdadera persona alguien completamente indefenso que no sabe por donde salir y que no sabe que hacer y que en ese momento haria cualquier locura sin pensar desapareceria,tampoco sigo ningun tipo de terapia visito a la psquiatra cada dos meses mas o menos pero no mas la psicologa la descarte solo de verla en la primera entrevista mi unica terapia ahora mismo es mi familia y les resulta bastante dificil lo que esta claro es que yo debo cambiar o por lo menos intentarlo bueno guapa voy a hacerles la cena a mis muñecas un besito guapa
Lauri: la reflexión que nos aportas no es aplicable, unicamente al médico psiquiatra, también es aplicable al psicólogo. cuando por alguna razón, trata con el paciente con o sin TLP. ¡Bien! ¡Muy bien! por esta forma de pensar, decir y hacer. Sinceramente a tus ordenes: Psic. Murillo
Me alegro que os guste. Gracias, José Luis. Estoy de acuerdo contigo en es aplicable al psicólogo. de hecho, a todo aquel que ayude al prójimo, realmente, máxime en la forma en que lo hacen estos profesionales y con las implicaciones que tiene. :)
María, ante esto: "tantas crisis de ansiedad que es cuando me derrumbo y se me cae el mundo encima y sale mi verdadera persona alguien completamente indefenso que no sabe por donde salir y que no sabe que hacer y que en ese momento haria cualquier locura sin pensar...
Tal vez podrías intentar pensar en las causas de la ansiedad y las formas de solucionarlo ("No sé qué hacer en ese momento..." ). ¿no quisieras hacer terapia?
Yo, personalmente, abrí esta discusión, en positivo, pero entiendo que es complicado encontrar al médico, las ganas y también es muy duro a veces, entrar en problemas y problemas y problemas... Igual que me sirve la humildad, me sirve el ánimo positivo y que se respeten siempre los puntos fuertes de las personas, sin estigmas. Mucho ojo.
No yo no he descartado el hacer terapia ,al contrario simplemente me paso que no congenie con la psicologa que me toco no me gusto ,no me inspiro confianza y voy a mirar otra que me han recomendado para hacer relajacion no se otras cosas diferentes.Cuando entre en esa consulta y ella empezo a entrevistarme fue tan brusca y toco de repente tantos temas tan privados en 5 minutos que empeze a separarme de la mesa como un metro y puse una barrera alrededor mia,como que me senti atacada queria huir de ahi despavorida fue horrible yo creo que Gustavo si es psicologo entendera que las cosas deben de ir poco a poco pero personas con tlp tenemos muchos problemas añadidos ,de alimentacion ,de infancia ,de autolesiones etc no puedes abordarlos todos en 5 minutos yo no pude con esa consulta un saludo
Lo siento ,la anule incluso se lo comente a la psquiatra y hasta ella no puso buena cara parece ser que no he sido la primera en hacerlo pero voy a ir a otro sitio ,yo no estoy pasando por un buen momento y necesito ayuda y urgente antes de que vuelva a caer en la misma espiral que empiezo a llevar el camino y no quiero porque este sentimiento de vacio y frustracion en mi es fatal fatal un saludo y felices fiestas para ti y los tuyos besos y gracias
Gustavo Ruiz Llavero dijo:
Sí, María, me parece que entiendo a lo que te refieres. Cuando el profesional parece estar más preocupado por llenar el expediente en unos minutos que por ayudarnos. Como a veces es una cosa que se les demanda (sobre todo en el servicio de salud público, que andan muy saturados de nímero de pacientes), suele funcionar aguantar esa cita que no nos está gustando y ver si en la segunda se confirma nuestra primera impresión.
A veces el profesional cambia de un día para otro, como si le hubiera tocado atendernos en un mal día (que, desde luego, los tienen). Mi opinión es que la segunda cita es la que da más pistas sobre lo que puedes esperar de su ayuda.
Saludos, María, y felices fiestas
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