Tengo ganas de gritar, de romperlo todo, y sin embargo ni siquiera puedo llorar.
Vivo en una cárcel, una cárcel odiosa que me va comiendo el alma, me quitó la alegría hace mucho tiempo, me quitó la infancia, la juventud... Ahora veo a gente con 10 años menos que yo, haciendo las cosas que yo quise hacer y nunca pude, y me doy cuenta de que no estaba preparada. Ahora quizá sí lo estaría. Pero ya es tarde. Esos años se pasaron y no volverán. Las oportunidades volaron y ya no existen.
No puedo decir objetivamente: nunca tuve elección. Porque aparentemente la tuve. Claro, tuve tiempo que perdí por estar mal, tuve amistades, relaciones que destrocé o me destrozaron a mí, por la ceguera, la inseguridad, los errores que no conseguía corregir...
Hoy creo que tengo aproximadamente 10 años menos. Llevo un retraso de ese tiempo, o quizá más, en mi vida.
Porque me ha costado asimilar las experiencias y aprender de ellas mucho más de lo normal. Mi personalidad lleva un gran retraso de madurez. Por lo menos he avanzado... pero ¿y si me estanco aquí? ¿y si sigo yendo a la retaguardia toda la vida, qué va a ser de mí?
¿Y si todos mis avances son igual de traumáticos y dolorosos?
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