Decía una compañera en un post que necesitaba poner orden en su vida; comparto a media su sentencia, pero la mía quedaría de esta manera: “Necesito poner Vida en mi vida
Llevo casi un año intentando salir de mi última crisis. Últimamente me duraban, como mucho, dos meses. Esta me supera en todos los aspectos.
También me pasan cosas “graciosas” como que el médico del INSS me diga que llevo casi un año “sin trabajar” y cuando le respondo que será que llevo un año enfermo se queda con cara de no entenderme. Es otra Espada de Damocles, otro estigma que debo soportar a golpe de mirarme al espejo y decirme que “no pasa nada”, que “todo va a ir mejor”.
La “guinda de mi pastel” es que mi padre ahora tiene un cáncer y el hijo que nunca quiso ver se ha vuelto casi indispensable para las eternas visitas a oncología, radiología, etc. Y yo con mi crisis y mi mente incontrolada.
Me han aumentado como en cuatro, mi medicación que, en lugar de hacerme bien, me duerme “eternamente” todo el día. No puedo casi ni hablar porque la lengua se me traba y mi memoria ha desaparecido casi por completo. No sé cocinar, se me ha olvidado. No sé ducharme solo; tengo miedo. Me da asco la gente que me roza en el bus y las preguntas de las vecinas me resultan insoportables. Ah, se me olvidaba decir que el sueño me ha abandonado a pesar de las benzodiacepinas a saco que me recetan. Como diría el gran poeta Benedetti: “Soy un caso perdido”. Para la psiquiatría, creo.
Cada día, al abrir los ojos, me doy cuenta de que empiezo otra asquerosa jornada de dolor, soledad, angustia, tedio…. De que se va a repetir el mismo malestar que el del día anterior y así sucesivamente. Si intento explicarlo no me entienden; si me callo tampoco.
La cuestión laboral se me complica mucho. Tengo derecho a cinco días remunerados por familiar ingresado, pero las “leyes” no contemplan que no tengo familia excepto a mi padre, que los dos nos hemos quedado solos y que yo no puedo más. Si tardo más de tres días en aparecer por el trabajo se me despide; si llevo casi un año de baja por mi estado se me amenaza. Me veo como un gato acorralado en una esquina, lleno de desesperación y de miedo que se traduce en rabia. Ya no sé qué hacer.
Las “Autoridades Sanitarias” valencianas no dan respuesta. Mis más allegados tampoco saben qué decir y yo vivo en un “desierto” de ideas.
Por eso he empezado con una petición que no sé cómo se cumplirá: NECESITO PONER VIDA A MI VIDA.
Si alguien sabe de algo, aunque sea un poquito, agradecería su amorosa colaboración en compartir; yo estoy más que perdido. O quizás son las catorce pastillas que me tomo al día.
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yo ando buscando algo que me motive y me de ilusion y ganas de seguir.ando diambulando sin ser demasiado consciente de nada.Pero a pesar de todo...me siento afortunada al saber que tengo a alguiena mi lado...y eso, a su vez, me hace sentir miserablemente desagradecida.
Hola Vincent,
Al leer el titulo de tu post y al ver la imagen de tu perfil, pensé que querías un hijo o sea una vida en tu vida de verdad.
Siento a menudo este sentimiento de agotamiento. También tengo la sensación de correr en el mismo lugar, como un hámster en su rueda. Desde luego, me plantee esta idea irracional (estando asqueada de la vida) de dar vida.
Y tu, ¿a qué tipo de vida en tu vida aludes?
Hola Vicent...
El hecho de que ayudes a tu padre me indica que eres buena persona, si me permites es lo que he pensado. Me resulta muy bien.
Confío en que dentro de todo, mantengas esa vida que deseas. Poco a poco.
Un besote.
Bienvenid@ a
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