Maestría, boda....y TLP

Tengo 32 años, en realidad no recuerdo exactamente cuando me diagnosticaron el TLP, como muchos y muchas aquí, pasé por diagnósticos que fueron desde depresión mayor hasta trastorno de ansiedad generalizada, pero en algún momento entre los 18 y los 20 años por fin acertaron.

Desde que tengo memoria me he sentido vacía, ni los juguetes de día de reyes, ni las mejores calificaciones en la escuela, ni los novios más guapos, ni el ser aceptada en la mejor universidad del país me hicieron sentir feliz, creía que era a lo que toda chica de mi edad debía aspirar y entonces era lo que tenía que conseguir, hasta que me di cuenta de que no era nada de lo que yo quería (hasta la fecha aún no sé que es lo que yo quiero), y por eso nunca fui feliz...y entonces empezaron los intentos de suicidio, las autolesiones, el consumo de alcohol y marihuana, las "conductas de riesgo", los problemas con la familia, el odio y el rencor acumulándose, el despertar cada día con un nudo en la garganta y una sensación de vacío y ansiedad en el estómago insoportables...y el incontrable deseo de querer estar muerta  C A D A  M A L D I T O  D I A  DE  M I  V I D A.

Así comencé un peregrinaje disfrazado de aventura pero que en realidad era un intento de huir de todo, incluso de mí misma...sobre la marcha me fui documentando sobre el TLP y fui aprendiendo a prescindir primero de los medicamentos y después de la terapia, el estar viajando constantemente, mudándome de casa, de ciudad, de país, me mantuvo ocupada al grado de sólo tener algunas crisis de forma eventual y las cuales podía reconocer y "controlar" en cierto modo, me sentía orgullosa de haber podido irme de mi casa, porque así mi mamá y mis hermanos no tendrían que sufrir tanto por mi culpa. 8 años viviendo así me hicieron creer que me estaba curando.  "...los síntomas del TLP disminuyen con el paso de los años, en la edad adulta son menos severos y más controlables..." leí en algún lugar, en alguna ocasión; pensé que el tiempo había hecho su trabajo, así que decidí estacionarme en un lugar.

Conocí al hombre de mi vida, me dí la oportunidad de probar comenzar una vida más estable: vivir juntos, tener un trabajo fijo, rentar más de un año en una misma casa...todo marchaba tan bien que no me dí cuenta en qué momento los síntomas se agudizaron de nuevo. Ciertamente no duré más de 6 meses en un mismo trabajo, en uno incluso huí sin dar aviso y dejando sólo una nota en el escritorio. "Así son los trabajos aquí, nadie dura mucho en el mismo sitio, la gente se cambia de casa constantemente porque así es el ritmo de vida moderno", comencé a racionalizar sin darme cuenta de que sólo me estaba justificando.

Mi pareja comenzó a notar que yo estaba aburrida, irritable y me costaba salir de la cama en ocasiones, ambos empezamos a ganar peso porque, poco a poco, sin darnos cuenta, fuimos dejando de hacer las cosas que disfrutábamos, como salir a bailar, salir de viaje los fines de semana...incluso dejamos de hacer las tareas del hogar con el pretexto de que no teníamos tiempo, y todo por que yo nunca estaba de ánimo para hacer algo. Ahora que pienso en ello no sé como no me di cuenta antes de que el TLP en realidad nunca se fue.

4 años llevo viviendo en el mismo sitio, he cambiado de casa, sí, pero no de lugar, no de entorno, no de personas...me he vuelto tan apática que siento que hago las cosas en automático, y así, en automático fue que este 2018 decidí inicar una maestría y casarme con el hombre de mi vida, el único ser en el mundo que me conoce a profundidad, en mis mejores y peores momentos y que aun así me ama y está dispuesto a vivir conmigo el resto de su vida, yo traté de disuadirlo, hasta hoy, unos días antes de la boda, le sigo diciendo que no quiero atarlo a un infierno que ya no estoy segura de poder controlar, pero dice que me ama y que juntos saldremos adelante...yo lo amo, pero a veces pienso que sin querer ya lo arrastré a mi locura de TLP y él no se puede dar cuenta.

Una maestría y una boda el mismo año, no sé en que momento pensé que iba a poder tolerar este nivel de estrés, de miedo, de duda...el viernes tengo que presentar mi protocolo de investigación en frente de un auditorio y de un Comité que me evaluará, ¡en público!, no me imagino una pesadilla peor, el día de hoy lo he pasado pidiéndole a Dios que me mate, xq yo ahora lo haría si no me viniera a la mente la imagen de ese hombre que amo en el altar, sólo ahí, con 200 invitados viéndolo y burlándose a lo lejos, porque eso es lo único a lo gente va a las bodas... y a las presentaciones de protocolos.

Hoy de nuevo estoy, de pronto, cayendo en conductas de riesgo, pero a mi edad y en mi medio el alcoholismo es el pan de cada día, la obesidad es un pretexto que usa la gente para menospreciarte y echarte en la cara que eres un fracaso "sí, te vas a casar y estás en medio de una maestría, pero eres gorda y eso es lo único que importa ¡fracasada!" no se dan cuenta que la obesidad es un reflejo del hastío, el hartazgo y la infelicidad que se apropiaron de mi ser a tal punto, que sólo la comida me da cierto placer y es lo único que aun disfruto en esta estúpida vida...de nuevo aviento cosas cuando me descontrolo, ¡ah, si!, de nuevo me descontrolo...la semana pasada me quemé la pierna con un cigarro porque no podía parar de llorar...hoy me decidí a empezar a escribir en este blog porque espero que el compartir experiencias me de una luz de esperanza, porque francamente no creo volver a superar una etapa intensa de TLP.