Es ley de vida... Dicen

El día 7 de noviembre perdimos a alguien q mi familia queríamos mucho.

No me dio tiempo de ir a verte espero q algún día puedas perdonarme.

Me dejé llevar por las recomendaciones de aquellos q me conocen y me protegen:

- No vayas, te va a impactar, mejor recordarlo como él era, ya ni siquiera tiene consciencia...-

Y yo q soy fácilmente impresionable e influenciable, lo fui dejando. Pensé q tenía tiempo de hacerme fuerte y encontrar el momento exacto en q me afectará menos verle apagarse como una vela, verle abandonar su funda poquito a poco...

Después de todo esto, nuevas recomendaciones, si quieres despedirte de él, es el momento, no le queda mucho tiempo.

-Mañana voy.- Y la misma noche, nos dejó.

Después de esto han sido 3 días de agonía, tristeza y culpabilidad.

Tuve la mala suerte de no tener abuelos, pero la vida te puso a ti y a Pepa en mi vida y sentí q teneros a mi lado llenaba con creces la ausencia de mis abuelos de sangre.

Nunca hubo ni un conflicto ni un reproche por vuestra parte, vuestra  bondad nos transmitía paz y tranquilidad a todos los q estábamos cerca.

Hoy tus hijas han demostrado tener todos los rasgos morales q a ti te caracterizaron siempre, íntegras y honestas como tú.

Al recordar tu legado en la misa me vienen a la mente aquellas largas horas compartidas contigo, tantas fiestas, celebraciones, almuerzos, risas, cómo te gustaba un cachondeo!

Hoy mientras te metían en el nicho y enyesaban la lápida sólo podía reconfortarme saber q lo q se quedaba ahí era tu funda, tu cuerpo ya sin vida, tu esencia está con tu mujer, la que te dio tus 3 hijas y tras muchos años de amor puro se la llevó la misma enfermedad q a ti 25 años antes, justamente el mismo día, un 7 de noviembre. 

Se me ponen los pelos de punta sólo de pensarlo, pero sé q lo has hecho para demostrarnos a todos q existe algo después de esto, esto no puede acabar aquí.

Tú no eras ese q han encerrado ahí, tú eras demasiado libre como para q todo termine así.

Me quedo con tus consejos: -Haz el bien y no mires a quien-. Y con tus ganas de vivir y de disfrutar.

Quiero seguir viviendo, como tú hubieses querido. 

Intentaré enfadarme menos, y tratar de vivir lo más feliz posible. 

De nada sirve estar mal con cosas q siempre acaban resolviéndose por sí solas...

Hoy junto contigo quisiera enterrar a la Anna pesimista e insegura, aquella q sólo se sentía válida salvando a alguien.

También a la q buscaba el amor incansablemente aún sabiendo q la felicidad empieza por uno mismo y no a través de terceros q posíblemente tengan otros problemas peores q yo.

A la q renuncia a su esencia con tal de encajar, pero cuando alguien se acerca demasiado y acabas por confiar, te aniquilan con el mismo arma q tú le entregas al juzgarte.

Quiero enterrar a la Anna q se cortó e intentó suicidarse, q aunque ya no está, me aseguro así de q no reaparezca.

Quiero enterrar todo lo q me hace daño de mí misma y quedarme con lo bueno q también lo tengo.