La Comunidad de Sin-Límite

Vivir con un TIE (o Borderline o TLP) no es nada fácil. Para empezar es muy complicado el diagnóstico porque se suele confundir con otros trastornos o también sufrirlos. Es lo que se llama "comorbilidad" y el problema es que cuando más se tarda con el diagnóstico, las personas afectadas más sufrimos.
Se supone que hay unos 9 Criterios para diagnosticar de los que si cumples al menos cinco, ¡oleee! te ha tocado un TIE-TLP-BORDERLINE.
Antes de que una persona profesional de la psiquiatría te dé la "buena " noticia ya ha aparecido el sufrimiento, porque piensas, te comportas, sientes.....digamos, de manera diferente que el resto de gente que conoces y la primera idea, quizás, es que eres "raro/a" y eso te desconcierta, te descoloca pero no le das demasiada importancia porque bastante tienes con defenderte de todo lo que te cae encima de los/las demás Quizás ya en el colegio eras la "víctima" de la gentuza que te insultaba o te agredía o quizás también al ir creciendo alguien abusó sexualmente de ti. Quizás te gustaba la poesía mientras el resto de la poca gente que se dignaba dejar que te acercaras jugaba al fútbol y se revolcaban por el suelo dándose palizas que te repugnaban.
Es posible que cuando alguien te preguntaba qué querías ser de mayor te quedabas mirando con cara de imbécil sin saber que responder porque ya, un gran "vacío" te llenaba y te bloqueabas mientras tus emociones saltaban como locas en tu estómago, en tu pecho y te sentías extraño, como habitante de otras tierras.
Quizás en algunos momentos explotabas sin motivos concretos y de repente una rabia inmensa te inundaba y querías romperlo todo. Otras veces era el dolor quien inundaba todo tu ser y cogías un objeto punzante para hacerte cortes en los brazos, te mordías o te apagabas cigarrillos en las nalgas.
Había días en los que no podías dejar de llorar sin saber qué te pasaba y después de un esfuerzo frenético, conseguías llamar por teléfono a alguien conocido para recibir por respuesta que te dieras un paseo o adoptaras un perro. A veces quien te decía eso era una persona a la que considerabas la más amiga del mundo mundial pero al escucharla pasaba en una milésima de segundo a ser lo peor que habías conocido y el desconcierto interior crecía y crecía.
También puede ser que tus niveles de ansiedad eran tan altos que te provocaban ataques de pánico o tu impulsividad era tan elevada que hacías cosas sin saber el motivo, aún no queriendo como conducir a toda leche, consumir sustancias, sexo, jugando sin poder dejarlo, perdido/a en un círculo vicioso del que no podías salir.
Gritabas pidiendo, suplicando, ayuda, pero nada ni nadie te ofrecía el descanso deseado. Te sentías perdido/a, sin rumbo y quizás alguna vez pensaste o intentaste quitarte la vida. Solías llamar entonces a Urgencias o a amistades pidiendo ayuda para terminar en un el pabellón de psiquiatría, atado/a a una cama con goteros en los brazos, atados como las piernas a la cama, inyectándote, gota a gota, algún antipsicótico en tu sangre, en una habitación fría, aséptica, sin nadie que te acariciara, te cogiera de la mano, te preguntara tu nombre o te dejaran llamar a una persona de confianza para no sentirte tan abandonado. Ese abandono que tanto terror te provocaba.
Es cierto que tenías temporadas en que te encontrabas muy bien y entonces empezabas a cocinar, a ducharte diariamente, a limpiar tu casa y ordenar la ropa. Solías pasear por jardines y parques, quedar con alguien para tomar café y deseabas con todas tus fuerzas que aquel bien estar durara para siempre, pero sabías que no era cierto, que un día, sin más, te levantarías de nuevo en el infierno del dolor, del miedo, de la angustia, de la ansiedad, que volverías a coger la autopista del consumo para huir....hacia ninguna parte. Solo/a, estigmatizado/a, con un dolor infinito, una angustia enorme a pesar de seguir tomando toda la barbaridad de psicofármacos recetados por especialistas bien vestidos, con su bata blanca, símbolo de su supuesta autoridad, los mismos que al final te habían colocado la "etiqueta" de TIE-TLP-BORDERLINE y seguramente más cosas como Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) o un Trastorno Bipolar o un TOC unido todo a tus adicciones, creando una "incapacitado/a", dándote una paga y enviándot a casa porque no servías para realizar "ningún tipo de trabajo". Te mataron en vida y desde entonces sólo eres una "cosa" etiquetada, drogada con sus estupefacientes, los que te recetan a cambio de comisiones de las grandes empresas farmacéuticas y enviándote al ostracismo y al olvido.
Y ya ves, a nadie le importa escucharte porque te has convertido en el loco, en la loca, que dice cosas absurdas, irreales, contrarias al orden establecido. Y suele pasar que te lo crees, que solo eres un/a enfermo/a y que tu única salida es quedarte encerrado/a en casa esperando, esperando, esperando.Esperando Nada.
Lo que no esperan es que siempre nos queda la lucha, el negarnos a rendirnos o a resignarnos, a quedarnos "marcados" por su ciencia y que aspiremos a vivir con dignidad.
Diferentes, sí, pero no como apestados/as, porque la "diferencia" no es una patología como intentan hacernos creer sino una manera de entender el mundo, de vivirlo como lo sentimos, como lo entendemos y además con todo el derecho a ser felices y a desarrollarnos.
Alguien decía "Prefiero morir de pie que vivir de rodillas". Quizás lo podríamos adoptar como Lema. Tengo TIE-BORDERLINE-TLP y soy capaz de amar, derecho a ser amado, tengo ideas, pienso, escribo, leo, juego, río..... me gusta la música, el arte, la poesía, la literatura, la escritura, la lluvia, los perros..... soy UNA PERSONA.

P:D.- ¡Y las "etiquetas" os las metéis donde os quepa!!

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Comentario por Anna en noviembre 10, 2019 a las 11:21pm

Bufff brutal, ha sido como si me arrancases las tripas, como si me rompes la coraza de protección para pasar desapercibida y dejases a exposición de todo el mundo todos los pensamientos q me niego a mí misma porque me han grabado a fuego q regodearme en ese dolor es aun peor q expresarlo.

Creo q algún día Vicent, cuando la medicina haya avanzado más y se demuestre q lo nuestro no es un capricho o una tara, sino una forma distinta de sentir (por lo q sea q aun no se sabe), se compadecerán de nosotros como han hecho al cabo de tantos años al recordar q a las brujas las quemaban, o q aún a algunas mujeres en ciertos países las lapidan por razones absurdas. Ese día, ya será muy tarde para q el resto de un mundo cruel q sentencia a los diferentes al desprecio y al aislamiento social nos reconozcan como inocentes de algo q no hemos elegido.

Comentario por lauri en noviembre 7, 2019 a las 12:07am

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