Teniendo en cuenta que de adentro hacia fuera los cambios son lentos e invisibles tal ves debido a que mis musas solo acuden cuando me ahogo por que escribir canaliza y me salva, hoy he decidido probar a la inversa.
Las he reunido en asamblea extraordinaria para plasmar mi día justo en ese momento en que mi margarita de infinitos pétalos dice “si me quiero”. Me visto de verde esperanza como símbolo de mi voluntad y a regañadientes me dan las letras para aprovechar el momento.
Si me quiero… me quiero por que entre tantas subidas y bajadas no olvido o por lo menos lo intento de que tengo un montón de cosas buenas. Me quiero por que soy una persona transparente, por que soy sincera y lo suficientemente humilde para rectificar cuando me equivoco. Lo hago cuando recuerdo que no son premeditados los daños que a veces causo y que si pudiera controlar mis impulsos, cosa que poco a poco estoy logrando, lo haría. Me quiero por que soy fiel a mis sentimientos y a pesar de darme ostias, la misma perseverancia me lleva a lograr cosas por las cuales los demás tiran la toalla al primer inconveniente. Me quiero por mi forma de querer, de dar, de brindarme por entera. Me gusta vivir con intensidad por que si bien el dolor es inmenso cuando bajo, es con la misma intensidad que toco el cielo cuando estoy arriba. Me admiro por mi constancia, por haber aprendido a reconocer las señales cuando las cosas se ponen realmente feas y por no avergonzarme de pedir ayuda cuando descontrolo. Me reconozco como una amiga fiel, un poco pesada pero no lo suficiente para eclipsar mi bien querer. También por mi enorme voluntad para aprender, compartir, mimar y proteger.
Me quiero mucho aunque a veces lo olvide por completo y me enorgullece cuando soy consciente de que los que permanecen a mi lado es por que así lo desean y por lo cual deduzco que me lo merezco.
Y sobretodo me asombro por mi capacidad para no claudicar cuando mi desesperación llega al limite (lo cual comprendo que para muchos sea difícil de asimilar).
Ser yo misma no es tarea fácil, ser una persona con TLP es algo que solo se puede sentir si lo vives y por momentos desespera que los demás no logren asimilar que no se trata de una actitud exagerada, sobre actuada y voluntaria si no de un sentimiento real por que así lo siente de verdad mi alma.
No es que nunca me sienta inmensa, bonita, poderosa y especial… simplemente es que cuando me siento así estoy tan ocupada en sentirme feliz que no encuentro tiempo ni palabras para describirlo.
Besos desde mi alma y buen finde para todos.
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