Cuando te acostumbras

Llega un momento en que ocurre eso. No es un momento concreto, no llega y tienes una revelación, ¡no!
Pero un día te das cuenta de que ya no puedes. Porque has perdido lo que te impulsaba antes: la esperanza.
Cuando eres joven e ignorante, luchas porque crees que puedes vencer a tu enfermedad. Sufres más, pero tampoco sabes toda la verdad, y crees que luchando saldrás, pero... pasa el tiempo, y sí, se mejora.
Porque el tlp consiste sobre todo en ideas equivocadas sobre la vida, sobre uno mismo, en definitiva, sobre la realidad.

Y la realidad siempre se acaba imponiendo. Por eso y porque de tanto golpe aprendemos a la fuerza de nuestros errores, aprendemos a veces mal, a menudo demasiado tarde, o con suerte aprendemos tarde, y ya. Pero aprendemos, o nos jodemos. Y como la mayoría nos mantenemos en la cuerda floja, sin llegar nunca a caer aunque lo parezca, porque estamos al límite... pero sin llegar a él, al final aprendemos a aceptar lo básico de la realidad.

Por eso con el paso del tiempo el tlp mejora. Pero mejora hasta cierto punto, porque luego ya no mejora más.
Y te acostumbras a vivir mediocremente, porque ya te has cansado de rebelarte tanto. Porque ahora ya sabes que no hay solución. Porque no conoces otra vida, y ya total ¿qué más da? si siempre has estado así.

¿Qué es lo que me espera? Más de lo mismo. Lo tomo, o lo... ¿dejo?
No puedo dejarlo, ya no. Ya no me atrevo, me rindo. Ni siquiera me duele, no puedo ni llorar. Estoy tan cansada...

Pero nadie, NADIE, puede vivir así.