Agotador debe ser nuestro carácter negativo, nuestro egoísmo de pensar siempre mal de los demás, nuestro egocentrismo de quejarnos sin parar, nuestra melancolía crónica por no salirnos las cosas como queremos.
Pongámonos en el lugar del otro, mirémonos al espejo y pensemos en lo q deberíamos cambiar sabiendo q nuestra mente tiene esa tendencia pero q debemos romper porque nos autodestruye, porque la FELICIDAD no es responsabilidad de nadie sino de uno mismo y cada uno la busca como puede. Hoy leí en un post de Lucía Etxebarría, escritora profunda donde las haya, algo q me hizo q pensar. Y copio textualmente:
lucia_etxebarria_Os habréis dado cuenta de que, sobre todo en Instagram, muchísimos perfiles están obsesionados por la #felicidad.
Es un axioma de la #psicología aquel que dice que las personas se obsesionan con aquello que no tienen y sienten que les falta. Una persona hambrienta se obsesionará con la comida. Una sociedad deprimida se obsesiona con la felicidad.
La nuestra es una sociedad de #deprimidosporque la felicidad no es buena para nuestra economía hiper #consumista. ¿Cómo puedes vender cremas? Convenciendole a la gente de que envejecer es malo. Pero envejecer es un proceso natural e inevitable. ¿Cómo puedes conseguir que se hagan cirugía plástica, que se operan los dientes, que se gasten fortunas en cosméticos? Haciendo que les sea muy difícil encontrar trabajo pareja si no se a tienen ha determinado ideal físico. ¿ Cómo conseguir que contraten un seguro? Creando una preocupación excesiva por que le roben la casa y por los bienes materiales. ¿Cómo conseguir que un chico de 15 años esté obsesionado por un smartphone? Haciendo que se quede marginado de su grupo si no lo tiene. ¿Cómo conseguir que se vote a un determinado partido político? Creando un clima de enfrentamiento, odio y miedo.
Si se pudiera conseguir la felicidad mediante la compra de un smartphone, o mediante un viaje, o mediante el amor, ya no sería felicidad. Porque la felicidad, en abstracto, es independiente. No depende de otras cosas para existir. En realidad la persona verdaderamente feliz es aquella que puede serlo aunque no sea rica, ni bella, aunque no tenga el mejor trabajo del mundo ni una pareja que pueda exhibir en redes.
El consumismo se alimenta del aislamiento que surge de la frustración, del miedo, del odio y de la envidia. Cuanto peor nos sentimos más consumimos. Somos una sociedad deprimida y triste. Por eso vivimos obsesionados con la felicidad.
Por cierto. Tengo un libro. Se titula "Por qué el amor nos duele tanto" y es una novela. Está en Amazon, a tres euros. De momento ya no está disponible en formato papel porque se agotaron tres ediciones.
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Espero respuesta acerca de esto. Qué opináis sobre lo q dice Lucía? Un abrazo a todos y feliz lunes!
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