El blog de Deep_sea (9)

Me siento inquieta, sin calma, como a punto de caer por un precipicio. Caminando por una fina cuerda, tal vez. Insegura y temerosa. Y todo ¿por qué? Porque intento comunicarme, expresar mi opinión, mis deseos y me son negados. La negación de esa expresión no es otra cosa que la confirmación sobre la negación de mí misma que llevo tantos años haciéndome. Intento ser tolerante, paciente, comprensiva. Juro que intento con todas mis ganas respetar y amar incondicionalmente. Pero cualquier…

Aunque es cierto que el hecho de poder poner un nombre a lo que me ocurre es una liberación... me sigo sintiendo perdida. El verano es mi peor época. Sufro más altibajos y parece que esté más sensible a todo en general. Últimamente reacciono a todo con desproporción. Y eso me hace sentir mal, porque sé que no es lo correcto. Supongo que cuando sientes que has perdido tu brújula, el norte no aparece por arte de magia. Soy yo la que tengo que buscarlo y esforzarme por conocerme, aunque a veces…

¿Qué ocurre cuando el fuego, una fuerza o un objeto nos queman alguna parte de nuestro cuerpo? Herida física, dolor, cura, cicatriz. ¿Qué ocurre cuando lo que nos han quemado es el alma? ¿Nos provocamos nosotros esas quemaduras? ¿Con qué puede quemarse el alma? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Cómo es ese dolor que sentimos? ¿Se cura? ¿Quedan cicatrices?... ¿Y luego qué?

Me juré a mí misma que no volvería a pasar. Y pasó. Maldita piedra en el camino que me hace tropezar una y otra vez... sé que me caigo. Me estoy precipitando por el abismo de siempre. Algo me sostiene y no consigo saber qué es. A ratos quiero que me suelte y a ratos deseo que no lo haga nunca. Quiero sentir la gravedad en mi piel pero no la muerte... Estoy abrumada, sobrepasada por tanto dolor y decepción. 

Su voz, acompañada de los golpes, es como un martilleo constante en mi cabeza. Quejas es lo único que llego a entender. Siento rábia a la vez que tristeza. Y me distancio. Me cuesta leer entre mis própias líenas. Adoro “volar” cuando mi conciencia está perturbada. Me siento más libre, anestesiada. Nada me afecta porque no hay nada que llegue a tocarme. Es el camino fácil, el menos costoso. Decidir quedarme y aguantar la marea rebosarme es muy importante para mí. Es exponerme a…

Así es él. Así de crudo e irreal. Y así es como me trata; hiriéndome con su presencia de hielo. Me recorre todo el cuerpo, pero suele quedarse en el pecho, a veces también en el estómago. Se adueña de mis movimientos, lentamente, dejándome sinsentido. Me aturde, posando sus garras en mi cuerpo. El sentimiento que me provoca es tan intenso… me paraliza… me deja en shock… anestesiada a la vida. Toda mi atención se centra en él, en cómo me envuelve… cómo me hipnotiza a la vez que me…

Se suponía que iba a ser mucho más fácil. Nadie me dijo que dolería tanto. Nadie me dijo que la piel me sangraría cuando lo hiciera mi alma. Nadie lo hizo y no los puedo culpar. 

Todos los días son una auténtica batalla. Una lucha cuerpo a cuerpo conmigo misma, y eso me agota. Siento que llego a mi límite. Y es paradójico… ¿cuál es mi límite? Porque tengo la sensación que no lo hay, que no existe, o que es invisible a mi…

Esta ambivalencia que siento con cualquier cosa me mata. Me hace sentir una inútil el no saber qué quiero, cómo lo quiero, qué hacer, dónde ir, qué pensar o cómo sentirme. Tengo 27 años, ya debería haber aprendido a gestionar todo eso, ya debería tenerlo todo claro. Sobretodo cómo debo sentirme. Me doy cuenta que mis emociones y cualquier respuesta ante lo que me ocurre es tan desproporcionada e inapropiada a veces que me siento como una extraterrestre. ¿Por qué tengo que sentir tanta…