Grupo de espiritualidad
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Comentario por pilar hache en octubre 18, 2013 a las 4:25am
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yo creo en Dios y toda mi vida he sido creyente, pero cuando veo el daño que hago, lo que sufre mi familia, no puedo mirarle a la cara (a Dios que es amor)
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yo creo en Dios y toda mi vida he sido creyente, pero cuando veo el daño que hago, lo que sufre mi familia, no puedo mirarle a la cara (a Dios que es amor)
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Comentario por Vicent B. en septiembre 30, 2013 a las 11:09am
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Tranquila MARÍA, mira ayer mismo, me pasé toda la tarde llorando por dos cosas que seguramente el resto de las personas pensarían que son "chorradas" pero a mí me resultaban cargas inmensas insoportables. Ya ves, somos "personitas" hipersensibles, especiales me atrevo a decir. Incluso mi atrevimiento va más allá si digo "preferidos de Dios", porque nos trata con más dulzura aún, porque más le necesitamos. Yo también llego a esos estados de confusión y de escepticismo, eh, no creas que soy perfecto ni pienses que soy un "santo", todo lo contrario. San Felipe Neri le decía al Señor "No te fíes de mí, Señor, que te la pego", pues eso, yo igualito.
Lo que ocurre es que voy pasito a pasito, intentando "enamorarme" día a día de Jesucristo, que sé que me ama como soy, que no me intenta cambiar, que no me exige nada, que no me riñe ni me reprocha nada, que no me gira la cara ni me escupe. Eso para mí es terriblemente importante.
Esta mañana, cuando he rezado Laudes (lo hago todos los días) me he acordado de ti en especial, así sin conocerte en persona, y le he hablado a Dios de ti porque sin saber quién eres ni tu edad, ni tu profesión ni estado, sé QUÉ eres y ya formas parte de mi vida (me entiendes, verdad?), en cierta manera. El dolor y esta enfermedad nos unen de una forma "misteriosa" (hablo de manera afectiva) que rompe barreras de espacio y tiempo y nos hace sentirnos menos solos y sabernos acompañados y queridos y menos "raros" cuando el resto nos mira por encima del hombro y, a veces tenemos que escuchar (al menos yo) aquello de: "mira, ya está aquí el loco este", o "otra vez a soportarlo".
Te acabo de enviar una petición de "amistad" y aunque sea de manera cibernética me gustaría que pudieras contar conmigo para cualquier cosa y al revés. Muchas gracias de nuevo por estar ahí. Ya conocemos la importancia de tener amigas y amigos que nos entiendan en nuestras movidas emocionales tan fluctuantes; no siempre es fácil. En todo caso, mi mano está tendida para lo que necesites. De nuevo gracias. Un fuerte abrazo desde Valencia. La Paz contigo. Ah, mira te dejo un enlace de Youtube de uno de nuestros cantos, espero que te guste, o al menos te trasmita algo; a mí sí lo suele hacer cuando lo cantamos en nuestras Eucaristías. Se titula Oh Jesús Amor mío.
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Comentario por maria en mayo 2, 2013 a las 10:28am
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Ahora si Vicen B,veo a alguien igual a mi en todos los aspectos de mi vida desde mi infancia hasta hoy yo solo tengo 2 años menos que tu me has echo sentir tu dolor igual que yo lo siento todavia siempre he leido que esto mejora con la edad y lo mio no mejora mucho asi que a veces me derrumbo nunca me reiria de ti ni tan siquiera conocia esa comunidad "kikos",pero leere sobre ellos,pero he de reconocer que me he vuelto muy esceptica como tu dices terapias medicinas y tantas cosas que estoy tan harta creo que me estoy volviendo hasta mala que mis sentimientos a veces se van y cuando estoy sola estallo,lloro por nada por un anuncio de la tele en fin tonterias bueno me encanta que seas jardinero es mi pasion incumplida pero tengo muchas flores me encantan son tan importantes un besito y gracias por contestar
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Hola MARÍA, de nuevo agradecer tu detalle de escribir y de nuevo intentaré desde el afecto profundo y desde el RESPETO MÁS ESCRUPULOSO responderte: NO, NO SOY CURA. Lo que sí soy es cristiano, CATÓLICO y pertenezco a una Comunidad Neocatecumenal de una parroquia en Valencia. Nos suelen conocer como "kikos" y en general no solemos tener demasiada buena fama, se nos critica duramente, se nos insulta y persigue por el estilo de vida que llevamos, "radical" quizás, pero en el sentido evangélico de la palabra, es decir, intentamos llevar a cabo en nuestra vida el modelo propuesto por Jesús con todas las consecuencias. Seguir al Maestro hasta la Cruz, sabiendo que allí está la Vida, porque Él la ganó para todas y todos. Por eso cuando hablo no lo hago desde las palabras leídas en un libro sino desde mi humilde experiencia.
Verás yo no soy teólogo ni nada por el estilo, sencillamente un jardinero de 44 años que desde niño conoce lo que es el dolor, el sufrimiento y la soledad. Fui un crío maltratado en el colegio y ya desde muy temprano busqué consuelo sin encontrarlo. Podría resumir mi vida en una larga búsqueda de ayuda o un oasis donde descansar. Y es ahí, en esa búsqueda incansable, donde tengo esa experiencia personal, profunda, con el Amor de Dios, que desciende a los Infiernos donde yo estaba y que rescata y salva y resucita a los "muertos" como yo y los conduce a la Vida. Quizás mi lenguaje en estos momentos te pueda parecer confuso, tranquila, no intento ser ni proselitista, ni fúnebre, ni siquiera grosero o confundirte. Sólo contarte un poco mi experiencia a través de mi historia personal, desde lo que conozco, que son mis hecho, lo que he vivido, desde la humildad si me lo permites, pero sin ninguna finalidad más que la de ayudar.
He pasado por tantos tragos amargos que seguramente tú conoces, porque compartimos la misma dolencia, que ahí sí nos podemos reconocer, ¿verdad? Noches enteras de dolor infinito, de soledad inmensa, de llanto sin fin. Días que nunca terminan, visitas y más visitas a psiquiatras, sesiones con psicólogos a diferentes "escuelas", millones de pastillas de todos los colores, diagnósticos miles que nunca eran definitivos y que siempre cambiaban cada vez que iba a la siguiente consulta o me cambiaban de médico.Un "infierno" ¿o no? Desde ahí podría empezar a relatar el resto de todo el hilo conductor que empezaba contándote con mi infancia y que seguiría con una adolescencia donde descubrí mi homosexualidad, incomprendida por el resto y abonada con más palizas, insultos, vejaciones, etc. seguida del consumo de todo tipo de estupefacientes que en falso escondían mis fantasmas, mis intentos de suicidio y autolíticos y mis desenfrenadas ganas de huir hacia ninguna parte, por desaparecer de un mundo hostil, canalla y cruel que me había tocado en una herencia a la que nunca aspiré. Ya ves qué pronto relatamos nuestra historia y cuánto nos ha costado vivirla.
Y es ahí, en esa "larga noche de dolor" donde apareció ese Rostro de Amor y de Misericordia de un Dios que se hizo Carne, de un Creador que se hizo Creatura -Misterio del Amor- y que yo pude de repente comprender, porque de otra manera se me hacía incomprensible, etéreo, no podía palpar ni entender. Es en esa persona, la de Jesucristo Crucificado, Sufriente, Varón de Dolores como lo define el Profeta Isaías, dónde me sentí identificado -como hoy- y me sentí amado y comprendí y viví el Amor de Dios y pude entender el sentido de mi vida y pude tener descanso. Y no por eso dejo de asistir al psiquiatra y hacer terapia y tomar mis medicaciones., y tengo crisis, lo veo todo negro. Lloro muchísimas noches, solo en mi casa. He perdido a toda mi familia y el último en morir ha sido mi perro a quien quería como a nadie (lo puedes ver en mi perfil, en mis fotos; allí también puedes ver a mi hermana) y con eso HOY, mañana no lo sé, puede encontrar este momento de Paz para poder compartir esto contigo.Gracias de nuevo por estar ahí.
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Creo que esto es mas para los familiares y no para los afectados,yo cuando estuve ingresada y esto fue el año pasado dos veces jamas me hablaron de Dios ni de salmos ni nada por el estilo mucha psicologia mucho medicamento y mucha terapia y os aseguro que soy creyente pero como os puse una vez hace tiempo asi estoy yo ¿Vincen B eres cura?.bueno aparte si sere creyente mis hijos desde el meyor hasta la mas pequeña van a Dominicos por algo sera en fin no quiero molestar ni nada ni parecer sarcastica pero todo lo veo asi un beso a todos y gracias por leerme
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Comentario por Yolanda Solis en abril 30, 2013 a las 6:07pm
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7. Plenitud de conciencia. La plena conciencia nos permite estar en el presente, dejar de obsesionarnos con el pasado y planear el futuro sin perder energía en detalles que no dependen de nosotros. Es necesario detenernos y mirar de frente los patrones negativos, los miedos y las frustraciones que nos llevan a querer controlar todo. Estar bien enfocado en lo que ocurre en el presente, asumir nuestras carencias y entender el dolor requiere fortaleza mental, es decir, la habilidad para no reaccionar defensivamente y, en su lugar, estar dispuesto a la transformación. 8. Concentración. Hay que ejercitarla para estar en el presente para comprender una situación tal como es; en lugar de reaccionar desde el miedo, uno descubre que tiene la capacidad de responder de manera integral y productiva ante los cambios. Es más fácil enfocarse en lo que ocurre en nosotros mismos en vez de controlar situaciones externas que, por simple lógica, implican más personas, más variables, más desgaste innecesario.
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