La Comunidad de Sin-Límite

 Hola gente de este grupo... Yo estaba en estos momentos consultando al amigo Freud, porque estaba pensando en sus teorías sobre la ansiedad, tan común en nuestro tiempo... Y, sobre todo, preguntándome los por qués, que es el motivo de consultar a Freud.


Estaba leyendo este artículo que traslado aquí para todos. Un saludo,.

1 Etiología general de las neurosis y psicosis



Freud primero planteó una teoría traumática de las neurosis, pero hubo de abandonarla debido a:

que no todos los neuróticos han sufrido traumas sexuales precoces,

que no todos los que han sufrido traumas reales, han contraído luego una neurosis y

que las experiencias traumáticas podían no ser genitales.

En las neurosis, el impulso parcial es reprimido por el yo, mientras que en las perversiones ese impulso es aceptado por dicha instancia psíquica que permite su descarga en el mundo exterior de forma directa.

Los factores hereditarios y las vivencias maternas actuarían sobre el feto, lo cual lleva a suponer la existencia de vivencias fetales que condicionarían la constitución del sujeto. Los puntos de fijación de la libido aparecen como resultado de la interacción de dos factores, derivado el primero de la constitución hereditaria y el segundo de un factor originado de las vivencias infantiles, que pueden ser tanto reales como fantaseadas.

Conjuntamente con la constitución, las vivencias infantiles determinan los puntos de fijación y ambos elementos constituyen lo que se denomina primera serie complementaria.

Los puntos de fijación así determinados son verdaderos centros de atracción para la libido madura o genital, a los que ésta regresa en cada ocasión que su satisfacción en la realidad está impedida. Cuando la libido no puede fluir libremente, en primer lugar se estanca; si tropieza con dificultades para la sublimación o si ésta le resulta insuficiente, regresa a posiciones más precoces y trata de descargarse nuevamente a ese nivel. Si también en ese plano libidinoso la satisfacción se ve impedida y la sublimación sigue siendo insuficiente, se produce en el ello una intensificación de la tensión, que el yo es incapaz de dominar en un lapso habitual, lo que desencadena angustia. La segunda serie complementaria está constituida por la predisposición y por el factor desencadenante que, cuando proviene del exterior se le denomina genéricamente frustración, frente al cual el yo se ve obligado a utilizar su mecanismo defensivo de la regresión para evitar la angustia.


Los dos elementos que constituyen la segunda serie complementaria pueden variar su importancia siempre que entre los dos sumen la magnitud necesaria como para iniciar el proceso de enfermedad.

Punto de fijación oral primario=esquizofrenia
Punto de fijación oral secundario=maníaco - depresiva
Punto de fijación anal primario= paranoia
Punto de fijación anal secundario=neurosis obsesiva
Punto de fijación fálico= histeria


La fijación es específica, en cambio el factor desencadenante es inespecífico.

La libido que ha debido regresar al punto de fijación, refuerza las tendencias correspondientes a éste, que a su vez tratan de expresarse, provocando la aparición del conflicto interno, que no es más que el choque entre las tendencias parciales reactivadas y el yo al servicio del superyó. De la confrontación de estos dos factores nace la angustia, que el yo percibe como una señal de alarma, ante la cual éste pone en movimiento sus mecanismos de defensa.

En la aparición de una enfermedad mental, influyen cuatro series de factores:

Factores del yo: su debilidad, que disminuye la función sintética y acrecienta la hipersensibilidad frente a la angustia, la cual a su vez, aumenta la movilización de los mecanismos de defensa.

Factores del ello: instintos reforzados por la regresión o por factores endógenos o exógenos.

Factores del superyó: nivel de severidad y sadismo, debido a factores sociales o de origen interno.

Factor constitucional.

Nunberg agrupó los factores etiológicos en dos series: una biológica (instintos y reacción insuficiente del yo ante ellos) y la otra social (medio ambiente), situando al complejo de Edipo entre ambas series.

Neurosis v/s psicosis

- Tienen la etiología común a la frustración, como incumplimiento de los deseos infantiles.

- Ambas fracasan parcialmente en la labor emprendida en su segundo avance, porque la pulsión reprimida no puede procurarse una sustitución completa (neurosis), ni la representación de la realidad de deja fundir en formas satisfactorias.

 

Neurosis

Psicosis

Resultado de un conflicto entre el yo y el ello, que nace de la negativa del yo a acoger una tendencia del ello y descargarla

Perturbación en las relaciones entre el yo y el mundo exterior.

El yo, obediente a la realidad, reprime una parte del ello.

El yo, dependiente del ello, se retrae de una parte de la realidad.

Se evita, como huyendo de él, un trozo de la realidad.

Se elabora y transforma la realidad.

A la obediencia inicial, sigue una tentativa de fuga.

A la fuga inicial sigue una fase activa de transformación.

Conservación del juicio de realidad.

Pérdida de realidad.

 

En la génesis de las neurosis se reconocen dos tipos de factores:

Factores esenciales: conflictos del desarrollo libidinal, disociaciones masivas, uso excesivo de mecanismos defensivos. Debido a perturbaciones psíquicas que no se relacionen directamente con alteraciones somáticas importantes.

Factores generales: predisponentes pero no absolutamente necesarios para la producción de las perturbación psíquicas, pero cuya expresión favorece. En la niñez, caen dentro de esta clasificación, todo lo relacionado con los padres, enfermedades graves y hospitalizaciones; en la vida en general, se refieren a situaciones como la cesantía, conflictos socio - económicos, aislación social, estados hormonales especiales, maternidad, etc.

 

3.2 Neurosis: formación de síntomas y beneficio secundario.

 

El término neurosis posee dos significados, el descriptivo y el etiológico. Desde el punto de vista descriptivo, se refiere a determinado tipo de perturbaciones caracterizadas por una especial conjunción de signos y síntomas, físicos y psíquicos, estructurados en diversas combinaciones. Etiológicamente el término neurosis significa la existencia de un conflicto psíquico inconciente que se expresa a través de las distintas combinaciones de signos y síntomas. Puede decirse que las reacciones neuróticas son fundamentalmente una patología de las relaciones interpersonales.

La existencia de un conflicto psíquico es la causa básica de la presencia de los síntomas y signos neuróticos pero, dada la naturaleza inconciente de dicho conflicto, los síntomas son experimentados subjetivamente como inexplicables e irracionales.

Clínicamente, una neurosis implica ya sea disfunciones somáticas sin ninguna alteración estructural y dependientes directamente de factores emocionales, ya sea trastornos psíquicos y del comportamiento no producidos por ninguna enfermedad física.

Janet distinguió dos grupos de trastornos neuróticos: la histeria y la psicastenia (obsesiones, compulsiones, miedos y fatiga). Freud distingue entre neurosis actuales (neurosis de ansiedad y neurastenia -correspondiente a hipocondría) y las psiconeurosis (histeria de conversión, de ansiedad, obsesiva y fóbica).


Podemos definir las neurosis como el resultado de la incapacidad para resolver adecuadamente los conflictos inconcientes que existen en el psiquismo. Son la consecuencia del fracaso del yo en llevar a cabo su labor de síntesis e integración en los tres distintos frentes en que ésta debe realizarse: los impulsos instintivos que provienen del ello, las exigencias normativas y prohibitivas del superyó y las presiones de la realidad externa.


El conflicto neurótico es la pugna entre uno o más impulsos que tienden a su descarga, por una parte, y las fuerzas psíquicas que se oponen a ella, por otra. Dice O. Fenichel que el conflicto neurótico tiene lugar entre el yo y el ello.

 

Causas


Las dificultades reales de la vida no bastan, por sí mismas, para producir una perturbación psíquica duradera como es la neurosis. Es necesario que, previamente a ellas, exista un factor interno determinado por la evolución infantil que las haga realmente eficaces y patógenas; por lo tanto, la frustración interna y la externa se complementan.

Podemos ver que en las neurosis, el yo intenta defenderse de los impulsos amenazadores de una manera peculiar para cada forma de aquellas. El motivo de esta defensa es la ansiedad que origina la pulsión instintiva peligrosa, así, podemos considerar que el traumatismo que se halla a la base de las neurosis es una magnitud de excitación que no puede ser dominada por el yo.

Siguiendo los planteamientos de M. Klein, sabemos que la ansiedad ante la cual el niño tiene que defenderse es la ansiedad de muerte originada por los impulsos destructivos que operan dentro de su organismo. Las reacciones agresivas ante la insatisfacción de las necesidades vitales, fundamentalmente el hambre, van seguidas de sensaciones corporales displacenteras que hacen que se proyecte la agresividad hacia el exterior, dando lugar a que el objeto sea sentido como agresivo y peligroso.

Una vez que el niño, superada la fase de objetos parciales, ha aprendido a reconocer a las personas que le rodean como objetos internos totales, los impulsos agresivos dirigidos hacia ellos continúan siendo fuente de intensa ansiedad, ya que la destrucción de tales objetos comportaría la pérdida de toda posibilidad de gratificación y de vida. Al llegar a los tres o cuatro años de edad y una vez que el superyó ha sido establecido, los impulsos agresivos de las fases oral y anal entran en conflicto con la imagen internalizada de los objetos, provocando la censura y los ataques de aquél.

 

FORMACIÓN DE SÍNTOMAS

El yo es el encargado de mediar entre los impulsos instintivos, la realidad externa y el superyó; cuando dicha mediación fracasa, el yo, en lugar de realizar una adecuada adaptación de los impulsos, crea los síntomas neuróticos, a los cuales hemos de considerar como productos de éste.

En el síntoma neurótico, el yo se enfrenta al impulso erótico y al impulso destructivo, pero a

l mismo tiempo intenta satisfacerlos de alguna manera. Una parte del yo tiende a gratificar las pulsiones del ello y la otra, a rechazarlas de acuerdo a las demandas del superyó.

El sufrimiento del enfermo se halla en relación con el hecho de que experimenta el síntoma a la vez como un cuerpo extraño y como parte del mismo.

La represión origina no solamente la regresión del impulso instintivo hasta su punto de fijación, sino también la regresión de una parte del yo, retornando ambos a un estadio más primitivo de su evolución. Esta parte regresiva del yo no se opone a los impulsos pregenitales, sino que los acepta y los realiza, aun cuando sea de manera disfrazada, sin que la parte evolucionada del yo pueda comprender su significado. Es decir, en toda neurosis del yo se halla escindido, contribuyendo básicamente esta ruptura a la formación y persistencia de síntomas, que significan también una tentativa de autocuración.


 

BENEFICIO PRIMARIO Y SECUNDARIO


En el síntoma se obtiene una satisfacción, aunque parcial y limitada, de los impulsos reprimidos. Esta satisfacción parcial representa el provecho o beneficio primario de la enfermedad.

El sufrimiento que proporciona la neurosis expía la culpa originada en la satisfacción de lo reprimido y, al mismo tiempo, representa una manera de sobornar al superyó para que permita tal forma de satisfacción.


El beneficio secundario es una ganancia de tipo narcisista: el yo se esfuerza en asimilar los síntomas y, en particular, en reintegrar a su organización la parte regresiva de él mismo. A partir de estos esfuerzos se desarrolla una especie de simbiosis entre el síntoma y el yo, gracias a la cual el yo encuentra cierta satisfacción narcisista en el hecho de ser capaz de restaurar de nuevo el equilibrio psíquico e integrar de alguna forma las distintas energías psíquicas del organismo.

El beneficio primario es siempre constante y es el que pone en marcha la enfermedad, mientras que el beneficio secundario no está siempre presente y, por otra parte, se establece posteriormente al desencadenamiento de la neurosis.

 

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Respuestas a esta discusión

Hay que consultar a los teóricos, que de vez en cuando tienen explicaciones acertadas a las cosas...

Estoy muy espesa....me pierdo con teorias. Lo dejo para cuando me aclare. Gracias Lauri

Hola a todos y todas.

Permitidme unos pequeños aportes profesionales al grupo, como apasionado de la Psicología, como profesional.

Nadie puede negar que Sigmund Freud y sus seguidores, con el Psiconálisis, desarrollaron la psicología tal como hoy la entendemos. Quiero decir que, aún contando con una formación cognitivo-conductual, pura y dura, un profesional de la psicología ha de ser un apasionado de estas genuinas teorías. Cuanto menos, son un talentoso esfuerzo por dilucidar ciertas sombras, ciertos misterios de la conciencia. Son un afluente con ricas cataratas de tesoros, mucha poesía. Y así es, que no puede dejar de lado este genial legado.

Particularmente, más que las alucinantes (aunque poco empíricas y dificilmente operativas) teorías de autores como Jacques Lacan, Melanie Klein y Carl Gustav Jung, tenemos expertos psicoanalistas actuales como Otto Kernbeg que han aportado una mirada interesante y funcional al trabajo terapéutico. Y, por descontado,este modelo sigue teniendo buena acogida entre algunos profesionales. De hecho, existen dispositivos asistenciales como las Comunidades Terapéuticas donde se emplean orientaciones teóricas similares a a las denominadas Relaciones objetales.

Si bien soy ecléctico, mi orientación psicológica en la práctica clínica es básicamente cognitivo-conductual, con elementos y pinceladas de la psicología humanista. Igualmente trato de no descuidar estos básicos que apunta Lauri, como tampoco descarto seguir recopilando piedras de toque que nos otorgan las denominadas terapias de tercera generación (Mindfulness, dialéctica-comportamental...)

Por eso, opino y creo firmemente que el Psicoanálisis en la actualidad, sigue resultando útil para el trabajo en entrenamiento de habilidades. Por ejemplo:

-Importancia del Encuadre, la relación y el contrato terapéutico

-La transferencia y contratransferencia en las sesiones

-El splitting y acting out

 

En fin, que me lío...

¡Muchísimas gracias por la invitación al grupo!

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