Un despertar (TLP)

De por sí, aquellos que tienen suerte de trabajar, el domingo no es un día especialmente atractivo. Por aquello que decía un psicoanalista de la "neurosis del domingo", cuyo nombre no recuerdo.

El despertar de un TLP tiene varias maneras de enfocarse, tal vez tantas como TLPs existan en la faz de la Tierra, lo cual indica que esto es una generalización.

En primer lugar, la medicación sedante genera una cierta "resaca". Los sentimientos de desamparo también amanecen después de estar protegidos de la realidad tras una persiana, una cruda realidad que invita a no despertar.

Una sensación de no querer vivir, de que pase el tiempo rápido, de cumplir el protocolo, ir al trabajo o al centro que sea, o estar en casa para que pase el día y se pueda, otra vez echar a la cama. 

Siempre está el español recurso de la siesta, que también contribuye a un descanso reparador y una evitación de la realidad y de cumplir con los trámites sociales.

En fin, bien puede ser un despertar TLP, si escucho atentamente a las personas que me piden ayuda, así que me queda deciros que la vida no es estática, que fluir es vivir y evitar conduce a una no-existencia.

Un abrazo a tod@s y ánimo.

Rodrigo Córdoba Sanz. Zaragoza