Taquicardia, sudoración, sensación de muerte inminente, malestar general, sensación de inestabilidad. Estos son algunos de los síntomas que presentan los pacientes con agorafobia. El Dr. Carlos Lupresti, psiquiatra, describe que "esta enfermedad psiquiátrica empieza con malestar, sensación de inestabilidad e inseguridad. El problema de todo ello es el infradiagnóstico y desconocimiento de la enfermedad para identificarla lo antes posible".
Una fobia compleja
El Dr. Lupresti afirma que “la agorafobia tiene solución”. El especialista explica que “cuando el paciente acude a la consulta y observa que le describes todo lo que está sufriendo, le disminuye el nivel de ansiedad de forma espectacular”. La agorafobia es una fobia compleja en el que la persona tiene miedo constante a qué le pase algo y se formula siempre tres preguntas: ¿Si me pasa algo, cómo me escapo?, ¿Si me pasa algo, quién me ayudará? y ¿Si me pasa algo algo, qué espectáculo voy a montar?
Síntomas de la agorafobia
Anna Llensa, autora del libro, “Angustia, ansiedad, miedo, crisis. Agorafobia”, describe su experiencia personal con la agorafobia que empieza a los 34 años tras unos acontecimientos familiares graves. “Los primeros síntomas fueron la inestabilidad y el mareo, incluso pensaba que andaba mal”. Tras estos factores desencadenantes se desarrolla unos episodios de ansiedad. Sus familiares no entendían su comportamiento y sus miedos.
Factores desencadenantes
El Dr. Lupresti en este sentido comenta que "seis meses antes de que se desencadene una crisis de ansiedad y agorafobia, hay una pérdida o una amenaza de pérdida de un ser querido, una enfermedad grave o un desplazamiento de alguien importante. Estos acontecimientos favorecen la aparición de estos síntomas".
Aceptación y diagnóstico
Anna Llensa afirma que "el objetivo del libro es, por una parte, ayudar a otras personas que padezcan la misma enfermedad y por la otra, dar a conocer la enfermedad a nivel médico y sanitario donde aún hay cierto desconocimiento. En su caso, el diagnóstico tardó cuatro o cinco años en realizarse pero ahora las cosas han cambiado. El Dr. Lupresti comenta que "el paciente siente todos estos miedos con una gran vergüenza. No los entiende y los asimila como un defecto suyo de carácter. Hasta que el paciente no acepta que es un problema de las estructuras neuronales que regulan el miedo, pasa un tiempo", concluye el especialista.