Muy bien, voy a explicar aquí alguna cuestión que incide en el desarrollo de un TLP para quien quiera saberlo: psicólogos o afectados:
1. Las drogas. Influyen decisivamente en el desarollo fomentando cambios de actitud y de humor que persisten en el tiempo
2. Hay una base depresiva:¿Qué la causa? ¿serán aquellas cosas que vivimos y nos hacen daño? que encima no podemos expresar y que tenemos que aguantar por narices, porque la infancia eres dependiente te guste o no de quien te ha traido al mundo etc?
3. Para que aquí conste: Mis padres han cambiado de casa por lo menos diez veces, y si no han vivido en diez o veinte lugares diferentes. Yo he vivido en dos en Madrid y en dos en Barcelona. De veraneo he estado en seis lugares diferentes al menos: íbamos Cadaqués, a Begur, aquí, allá... Más cambios imposible... ¿no os parece que eso ha influido en mi modo de ver la vida? evidentemente que sí. para bien o para mal.
Hoy al salir de casa pensaba: voy al gimnasio y es curioso, es que cada vez que salgo pienso que me voy para siempre, no pienso: voy y vuelvo. Y he pensado: ¿no será que has vivido esas salidas largas de tu padre, por ejemplo, en sus viajes? claro que sí. no iba y venía: iba y a saber cuándo venía... En fin. Que sí, que los horizontes a veces son lejanos. No siempre es malo, pero está claro que algo de peonza debo tener por mi entorno.
Este es un enfoque del desarollo del TLP: PORQUE el TLP tiene un desarrollo, siempre lo digo y nadie parece hacer caso. No es una enfermedad que nazca de repente como alguna causada por un virus. Como una esquizofrenia, que de repente tiene lugar. Yo creo que es fruto de un proceso en el desarrollo y es ahí donde hay que incidir. Claro que está el aquí y ahora lo que me pasa. Pero yo a los quince era una persona con unos problemas, a los veinte, otra distinta y entre medio había todo un cúmulo de experiencias. Por tanto, no me encasillen, por favor, no me encasillennnn!!
4. Otra característica que se observa es la rigidez en algún lado. Tuve un padre muy estricto. Me volví muy obsesiva por eso. Las personalidades obsesivas, y aquí semos varios, parece que sufrimos más: tenemos más sentimientos de culpa, nos exigimos demasiado a nosotros y a los demás y no sabemos cómo huir de nosotros mismos porque no hay forma. Pues anda, aquí aparece un objetivo rápidamente: el de buscar la manera de estar bien con uno mismo, de no ser tu peor enemigo.
Otra cosa que me hubiera gustado: Más abrazos en la infancia y menos angustias y emociones.
Algún día os hablaré de los desastres del sexo adolescente. De las metidas de pata tan graves que cometí.