Siete minutos diarios de silencio ayudan a disponer el espíritu para la acción inteligente.
Anthony Strano, director del centro espiritual Brahma Kumaris en Hungría y Turquía, resaltó los beneficios del silencio, durante su reciente visita a Cali con motivo de Exposer.
Bien dice un proverbio chino “que no hay nada que decir que sea menos importante que el silencio”. Que alejados del ruido están las respuestas a todas nuestras preguntas.
Sin embargo, en la práctica parece suceder todo lo contrario. Subestimando el silencio, el lema del ser humano de hoy suele ser: habla más y escucha menos.
Con la idea de cambiar ese pensamiento, Anthony Strano, director del centro espiritual Brahma Kumaris en Hungría y Turquía, durante su reciente visita a Cali con motivo de Exposer, se centró en resaltar los beneficios del silencio, ese espacio que por estar rodeados de tanto ruido hemos olvidado.
“No hay mejor manera de empezar el día que con una buena dosis de silencio. Aprovecha que tu mente ha descansado para relajarte y respirar profundo por cinco minutos. Luego atrae a tu mente pensamientos pacíficos y positivos, esto ayudará a que las acciones que realices durante el día las hagas con mayor energía y amenamente”, dice Anthony.
Mientras una persona tenga interiormente problemas de deseos, de emociones, de conflictos, le será muy difícil vivir en silencio, porque estos deseos, estos miedos, estas complicaciones que están reprimidas en su interior, buscan constantemente una solución y huida, y el silencio puede ser una salida para ello.
“En un lugar silencioso una persona está consigo misma, sólo ella y su mente, su corazón y su cuerpo. Es ahí donde debes aprender a escucharte”, dice el líder espiritual.
Estar en silencio contribuye a una vida productiva, grandes científicos, escritores y filósofos dan fe de eso. Hasta la abeja es más productiva no cuando zumba sino cuando silenciosamente chupa la miel de las flores e incidentalmente ayuda en su polinización.
“Apaga el televisor, la radio, el teléfono y acompáñese de silencio externo y pregúntate cada final de día: ¿Qué hice de bueno hoy? ¿Qué podría haber hecho mejor? ¿Qué aprendí hoy? ¿Qué realmente quiero hacer?”, añade Anthony.
Gotas de silencio
Regálate siete minutos de silencio por día. La tarea es sencilla: independiente de la actividad que realice, y sin importar que el ruido externo sea fuerte, deténgase, cierre los ojos, respire profundo y lentamente, luego entre en silencio durante un minuto. Antes de abrir los ojos dígase a sí mismo: ‘yo soy paz y soy libre’. Repita esto siete veces durante el día.
“Esas paradas son como un freno a tu vida. Si un carro no para en el semáforo se estrella, es lo mismo que tenemos que hacer nosotros, o de lo contrario tendremos muchos choques con otras personas”, sostiene el director del centro espiritual Brahma Kumaris en Hungría y Turquía.
Desde el silencio se aclaran las confusiones, se dispone el espíritu para la acción inteligente y sobre todo se disminuye la posibilidad de error.
También el silencio te enseña que ser positivo no significa hacer caso omiso al problema, sino buscar una solución real y factible de una manera tranquila. No hay que creer que los problemas se arreglan sólo con mirar hacía el otro lado.
¿De verdad quieres hacerlo?
Anthony explica que una cosa es tener ganas de hacer algo y otra es la fuerza de voluntad. La primera es estar abierto a aprender cosas nuevas, es una cuestión de humildad, más no implica una determinación firme.
La fuerza de voluntad, en cambio, es reconocerse a sí mismo que lo que se va a realizar es beneficioso para su vida, primero hay que evaluar, discernir y decidir. “Aquí la persona va a necesitar una determinación firme porque pueden haber muchas cosas que lo distraerán, pero si tiene una meta clara no hay de qué preocuparse”, concluye el líder espiritual.
Silencio sanador
“El silencio es como un espejo. Todo está claro. El espejo no culpa ni critica, pero ayuda a ver las cosas como son, dándome un diagnóstico que me libera de cualquier tipo de pensamientos erróneos”.
“¿Cómo consigue esto el silencio? El silencio revive la paz original del ser, una paz que le es innata, divina y cuando se invoca fluye por el ser armonizando y sanando cada desequilibrio. El silencio es poderoso y rotundamente activo”.
“Para lograr el cambio interior, el silencio debe estar lleno de amor, no sólo de paz. Muchos piensan que es suficiente experimentar paz en el silencio de
la meditación para alcanzar la transformación de la conciencia”.
“Sin embargo, el amor inspira, es un catalizador del cambio; el amor mueve al Universo. El amor mueve todas las cosas hacia su libertad original y felicidad”.
Ten esperanzas: no expectativas
Para Anthony Strano, quien ha escrito libros de superación personal, es mejor tener esperanzas que expectativas, porque esta última, por ser una posibilidad razonable de que algo suceda, nos causa frustración e ira cuando las cosas no resultan como queremos.
“Con la esperanza tenemos en mente que lo que esperamos pueda que no ocurra, por lo tanto ante un incumplimiento, en vez de frustración, se genera es aceptación. Yo espero que alguien tenga buenos modales, si no los tiene qué hago yo. ¿Me enojo? sé mejor un ejemplo, que viendo tu actitud esa persona pueda cambiar”, dice.
Fuente: Verónica Gómez, reportera de El País.
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Confieso que el silencio no es mi especialidad... A veces no sé estar en silencio... O siento eld eseo de hacer cosas y no paro, pero alguna vez he llegado a disfrutar de él y me he sorprendido a mi misma estando a gusto junto a alguien en silencio, justamente... En fin, tiene sus cosas positivas, por eso me ha parecido interesante el artículo.
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