La confianza en las relaciones, mi experiencia

Nunca he publicado por acá. Entonces, primero quiero referirme a que muchas experiencias que he leído por acá han sido muy importantes para mi proceso de aprendizaje y poder construir una perspectiva más profunda sobre lo que puede implicar el TLP, sobre todo para sus parejas. Creo que este foro es un importante espacio en habla hispana y hace mucho bien para la reconstrucción de quienes lo padecen y/o mantenemos un vínculo con este padecimiento.

Escribir un relato que trata de 5 años no me es cosa simple, temo omitir aspectos que sean importantes para hablar de mis dolores y alegrías, en un momento que siento tremendas de ser escuchado. Voy a dar mi mejor esfuerzo para contar mi experiencia con mi pareja, que ahora todo indica es mi expareja. Me siento agotado emocionalmente, pero es importante poner esto en palabras.

Mantuve durante más de 5 años una relación con mi expareja que tiene diagnóstico TLP. La calidad de nuestra relación los primeros 3 años la considero buena, de muchos aprendizajes. Ella me hablo sobre los problemas que tenía en fragmentos, y luego se animo a ir conectando, también yo estuve involucrado en que eso pasara. Manifesté mi apoyo pleno, nuestro vínculo se fue fortaleciendo. Había altibajos y los síntomas de desvalorización e idealización se manifestaban entre otros, sí. Los había, poco a poco sabía cómo ser más asertivo y me sentía con más confianza para apoyar, ella me decía que esa percepción era cierta, se sentía feliz, eso me decía. Me decía que sabía que podía contar conmigo, incluso llegó a decir que nunca nadie la había apoyado de esa manera, que ni su familia, y que eso era importante para ella. Que me amaba y quería hacer una vida conmigo.

De un momento a otro terminó con la relación. Yo no logré comprender el porqué, sobre todo al escuchar y ver que nuestra relación funcionaba y había un tremendo respeto y cariño. Ella no explicó bien porque terminaba la relación una de las frases constantes fue no sé, y cuando teníamos que hablar decía que tenía que hacer cosas o se tenia que ir. Yo le pregunté que si había algo más, pero me dijo que no. nos seguimos frecuentando e incluso nos seguíamos tratando como pareja.

Pasaron algunas semanas y yo la noté mal, sobre todo la justificación de ciertas violencias y era muy agresiva. Cada vez la veía menos. Me di cuenta que algo no estaba bien. Ella se vinculó con un compañero y calló en las drogas junto con él. Mi actitud al enterarme de ello, fue en principio ayudarle y apoyarle antes que pensar en cualquier otra cosa. Durante mucho tiempo me culpó de esas decisiones que tomó y me decía que yo había tomado las decisiones que la habían llevado a las substancias duras.

Fue un momento muy doloroso, por las dinámicas que se estaban dando me di cuenta que tenía que poner límites y que no podía culparme por sus decisiones. Sin embargo el amor que le tengo, decidí que mi ayuda iba a estar. Le platiqué que yo no podía estar en esas dinámicas, el joven con el que se vinculó que era quien le proveía de drogas, me amenazaba y me decía que yo le hacía daño. Yo le platiqué a mi expareja, ella me juzgo como loco

Pasaron semanas o meses, ya no recuerdo. Y ella acudió a mi y reconoció un poco lo que estaba haciendo. Retomamos el apoyo profesional que ya se había planteado enfocado en su adicción. Sin embargo ella no cumplía nuestros acuerdos, y regresaba con el chico, al que defendía y me comparaba con él. Tenía algún tipo de relación. Fueron vueltas y regresos. Durante año y medio dimos esa batalla juntos.

Al final creo que ha reducido su consumo de substancias, pero hay recaídas. Dejó de frecuentar al chico porque se fue de la ciudad en la que estamos los dos. Salíamos adelante. Con reajustes, regresamos formalmente. Ella todavía era muy exigente, me quería mantener todo el tiempo con ella.

Yo colapsé por salud, hablamos sobre esto. Le dije que tenía que poner atención en mi salud, ella no puso atención. Mi colapso fue inmanejable para mi tuve que dejar todas mis actividades. Ella sin bien no se involucró en mi recuperación, si lograba aceptar que me tenía que cuidar. Fueron como 15 días en los que yo no pude poner mucha atención a ella, le decía porque.

Ella conoció a alguien me parece que por Internet, dice que estaba buscando a un maestro de algo que quería aprender. Me dijo que salía con alguien más, este maestro. Ha dicho que no tiene nada formal. No sé en realidad, yo comenzaba a recuperarme económicamente y físicamente.

Las pocas veces que me ha llegado a contar de esto, me reclama, y nuevamente cuando intento ampliar lo que ha sucedido, ella llega a las frases de tengo que irme. Nuevamente estoy trabajando en poner límites frente a esto. Ella dice que me ama.

Pero comienzo a notar que quiere que siga con ella, pero sin considerar en el lugar en el que me pone. Lo que yo hecho es manifestarle de múltiples maneras lo que yo veo que está haciendo, y también en lugar que nos pone, ha tenido respuestas soberbias desde la perspectiva de que me culpa a mi de su decisión, yo le cuento desde donde he actuado.

Trabajo en respetarme y poner un límite. Creo que estoy convencido que ha llegado el momento de dejar, es difícil porque busca la manera de buscarme. Creo que lo puede hacer, y lo va hacer. Pone en un lugar muy frágil el que yo pueda confiar en ella, y eso fue lo que le expresé. Ella me dice que eso es por nuestros errores y se inclina en momentos a decir que los mios, y a mi me parece que olvida todo un camino en donde yo he puesto de muchas maneras. La última vez que le dije donde colocaba la confianza me dijo que no era así.

Ahí me encuentro. Gracias a quienes me lean. Aprecio este espacio por permitir una reconstrucción entre nosotros. Hay momentos que me gustaría imaginar que es distinto, pero poco a poco he construido al menos lo que a mi me permita respetarme independientemente de las acciones que mi expareja pueda tomar. Me cuesta aceptar que esté haciendo esto, lo que decide y las actitudes. Siento que no nos reconocen, ella dice que tiene problemas con la memoria, y cuando intenté trabajar con los recuerdos pues llegamos al mismo lugar de tengo que irme.

Gracias, esto no es más que mi experiencia, en donde no me dejé capturar por prejuicios y estigmas, sino tuve la apertura para explorar y caminar. Sin embargo me toca arribar a un momento que la confusión llega en momentos y en otras la claridad.