Lo escribi con 20 años...tengo 28 años ahora
JUVENTUD DE LOS VERSOS
Despierta. Ahora es el momento. Y viajar a destinos paralelos. Puedo entender que después de una tormenta aún siento la piel mojada y el olor de la tierra húmeda. Ayer quise escribir versos lamentables, escépticos. Caí en la cuenta de mi error. Ayer no era poeta. Tal vez lo sea mañana.
Siento los dedos presos de una desidia incontrolable. Y las palabras no surgen, las obligo a salir por la noche después de un día de duro trabajo. Se recuestan en los sillones de cualquier bar borrachas, con el cuerpo cansino de querer descubrir tanta belleza. ¿ Te acuerdas de aquel blues oscuro? Somníferos de verdad, una esperanza rota, un recuerdo inagotable, una belleza adulterada. Y me despierto entre barro, entre la razón de tu ser y las sinrazones de tus momentos . Pasemos inadvertidos, será lo mejor. Olvidemos que un día fuimos enemigos. Y quizá podamos entender un poco, solo un poco. Quiero salir de mi misma, olvidar que un día fui una sombra de duda, un espejismo de tristeza, mirarme en el espejo y verme entera, sin fragmentar. Y soy, y vuelvo a ser, me gusta sentirme así. La soledad de un cuerpo condenado a la nada, la soledad de un alma que empieza a ser libre. Y de mientras, suplico, ruego, esbozo principios de eternidad. No quiero que seas un ángel de los infiernos, ángel de nuestro cielo, sentirnos cómplices, amantes, amigos, hermanos. Lo que pido es tan poco si pienso que antes me conformaba con un llanto siendo enemiga de mis propios versos. Me abalanzo sobre ti riéndome de mi misma, de mi propia felicidad de no pensar que sucederá mañana. Porque ya no entiendo la vida de otro modo, esa vida que yo creí que me había sido otorgada. Comprendo que el arte es un sinónimo de vida pura y mis cuadros son la esencia de cada vibración sentida en todos los poros de mi esperanza.
Existen pequeñas cosas. Ir al cine, ser incapaz de hablar de la película porque aún me siento abrumada de las imágenes, de los mensajes, de la música. Y entonces necesito el silencio que sólo puede aportarme una buena compañía que comprende esos estados de reflexión melancólica. Existen pequeñas cosas que me recuerdan que vivir tan sólo es elegir. Hay quién dice que se necesita tocar fondo para renacer. Me leo años atrás, quizá meses. Y tan sólo reconozco una pequeña parte de mí infiltrada en miles de exageraciones. Escribía siendo suicida. Ahora ( si... ¡Ahora!) escribo intentando ser heroína, salvándome con mis propias palabras. Soy un profeta, una poeta, un ser incansable de crear sueños. Mis manos son de hierro, mi corazón entiende que el amor es algo necesario para ser un ser complementario. ¿ Qué pasará con mis viejos compañeros? ¿ Mis versos de senectud se sentirán ignorados?