Inmediatez, luego pastillita

A veces es verdad que lo de dar pastillitas tiene que ver con el deseo de inmediatez, creo yo. Sobre ello pensaban en relación a tratar a niños hiperactivos. Que, por cierto, ¿sabíais que mucha gente comparte el diagnóstico de hiperactividad y de tlp? ¿y que a veces se han confundido?

Pues si, sucede.

Este es un artículo sobre la pastillita mágica que me ha hecho pensar. Con un cordial saludo. Os invito tanto a COMENTAR como a PARTICIPAR con vuestras propias inquietudes, dudas y /artículos o noticias varias que puedan interesar a otras personas o hacerles aprender algo. Gracias.

LA PASTILLITA; REMEDIO INMEDIATO EN ALGUNOS CASOS DE HIPERACTIVIDAD

"Hay colegas que consideran que con solo la ayuda farmacológica o dietética (que es otra manera de tratar este trastorno) ya está solucionada la problemática del crío con TDAH. Y con todo el respeto hacia estas opiniones, considero que olvidan que tanto el medicamento como el suplemento nutricional que utilicen, sólo actúan a nivel de los neurotransmisores cerebrales.

¿Neurotransmisores cerebrales? Son unas sustancias químicas producidas por las neuronas que transportan los “mensajes” para comunicarse entre ellas (y estas sustancias se llaman: dopamina, adrenalina, serotonina, etc.). Así, pues, lo que hacen estos tratamientos para el TDAH es restablecer los niveles necesarios de estas sustancias para que en el aprendizaje tengan mejor capacidad operativa… pero no sucede nada más. Estará más atento y será menos atolondrado, de acuerdo; pero ello no implica que el crío se vuelva automáticamente más listo, sea menos ansioso o salga de golpe de un cuadro depresivo… Porque detrás de este niño movidito y distraído puede haber otros motivos que no sean necesariamente el TDAH (1).

Pero, como estamos inmersos en la “cultura de la inmediatez” y queremos “resultados rápidos”… buscamos el remedio urgente en la milagrosa pastilla. A menudo son personas ajenas a la familia, como es el caso del maestro impaciente (por desgracia, bastante frecuente) quien induce a los padres a que mediquen: “Pero, señora o caballero… ¡aún no le da la pastilla a su hijo para que esté quieto y no me altere la clase!”. Y, luego, viene el médico que no tiene tiempo para indagar el motivo del porque el chaval esté tan distraído en clase y le es más fácil prescribir: “Tome la pastilla para el TDAH” (aunque sus padres estén a punto de separarse y, por lo tanto, la cabeza del hijo no esté para estudiar); o para esclarecer el porque está tan ansioso y presenta tics: “Que tome este ansiolítico y se calmará” (aunque el crío no pueda aguantar la presión del aprendizaje escolar, que supera sus posibilidades reales), o averiguar porque la niña está triste, llorosa e irritable: “Ya verá lo bien que le va este antidepresivo” (aunque esté sufriendo un tremendo acoso escolar por parte de sus compañeras y esté en total indefensión)… Seguiré con el tema la próxima semana.

1.- Castells P. Nunca quieto, siempre distraído. ¿Nuestro hijo es hiperactivo? (Ceac, 2009)