El abordaje es psicoterapéutico, durante un tiempo prolongado (Millon o Gunderson.
Los psiquiatras biologicistas consideran que el único abordaje es medicación "crónica". Retazos del malditismo y nihilismo sobre esta patología.
Yo lo enfocaría del siguiente modo:
La impulsividad no es algo con lo que se nace, como la dignidad humana. Son los padres quienes tienen que proteger, cuidar, respetar el gesto espontáneo y transmitir amor para un Apego seguro.
Cuando la familia, en momentos sensibles del desarrollo anulan a la criatura, les golpean, les rechazan, les insultan, hay agresiones, toman a la persona como un mero objeto para satisfacer su narcisismo, la persona queda "castrada" (sea hombre o mujer).
Entonces no se desarrolla la potencialidad de la dignidad humana.
Tampoco una seguridad en el apego ( apego desorganizado).
Siendo así, el individuo queda dañado, biológicamente y psicológicamente.
Estos daños aumentan la posibilidad del desarrollo de la Impulsividad.
Los daños son casi irreversibles (dicen). Si bien es cierto que los fármacos ayudan (y mucho) a evitar autolesiones, mutilaciones, parasuicidios, agresiones y suicidios...
La persona sufre porque no ha interiorizado una imagen de sí mismo respetable, no hay dignidad humana. No se ha desarrollado, no se le ha permitido.
El trauma complejo y "oculto", el apego y la disociacion, así como brotes psicóticos son causas evidentemente psicológicas que se pueden trabajar psicológicamente (y se debe), no existe otra forma.
Las conductas compulsivas como el sexo, los trastornos de la conducta alimentaria y otros citados arriba son formas de expresar un dolor psíquico que "se necesita expulsar", por ejemplo haciendo cortes en la muñeca, brazos, etc.
Los síntomas diana se disminuyen con la medicación, pero el "infierno" interior, el pasado, un presente pretérito y un futuro que puede considerarse muy incómodo contribuye a que se vaya retroalimentando la Impulsividad y otros síntomas.
A nivel de metáfora, es como un niño o niña mayor que todavía piensa y siente sobre esos momentos donde no le permitieron crecer y se está desorientado, en esa "estable inestabilidad" y carente de respeto hacia sí mismo y los demás, indigno de poder conquistar la "paz". No existe, no ha vivido ni le han permitido saber si merece conquistar la dignidad humana.
La impulsividad es un grito de pseudoliberación con causas psicológicas que destruyen el cerebro.
Rodrigo Córdoba Sanz.
Zaragoza.
653 379 269.
Un abrazo. Salud