Hace 2 meses que sali por ultima vez del hospital. Sin depresion, sin mania, el estado ideal. El bipolar me da un respiro... el tlp (en minusculas, no me gusta con mayusculas, es como darle mas categoria) no descansa. Mi marido ( el tercero ya) me abandono antes de que volviera a casa y senti que todavia tenia algo de fuerza para cortarme nuevamente las munecas, pero la bienvenida de mis 4 soles me lo impidio. Dos meses de sentirme bastante bien, hasta hace una semana, el mounstro se esconde, pero nunca se va. El mounstro me susurra al oido que nada tiene sentido, mejor odiarse, mejor ponerse tan mal hasta vomitar las tripas de tanto enojo, no lo escucho (tal vez si, un poquito), siempre la ayuda de mi querido seroquel, mi santa madre y de mi psiquiatra.
El mounstro nunca descansa, pero yo necesito descansar de el.
Disculpen, no tengo un buen dia. Gracias a todos por leerme al menos, por estar ahi, es bueno saber que hay alguien del otro lado.