El limite de poner limites

Toda regla existe por un motivo, es positivo poner limites pero los extremos no son buenos. Pensar que exigir es educar es un error y más con un TLP. Poner normas de vida, orden, controles etc. Es bueno, pero imponer es otra cosa.

Algunos piensan en cambiar una personalidad con órdenes estrictas. La personalidad la tenemos y la tienen los TLP. Lo que les falta es seguridad en sus virtudes o defectos, saberse manejar con sus propias herramientas y opiniones.

Quizás esos padres o educadores no aceptan una forma de ser distinta a la de ellos. Un estatus diferente por naturaleza. Padres clásicos – hijos bohemios, intelectuales – incultos…….todo esto o al reves. Anulan  posibles virtudes que no aprecian, niegan sin querer una personalidad fuerte pero insegura.

Una contradicción pero una realidad en muchos casos.

Una persona insegura no sabe defenderse de estas posturas, los que lo tienen claro plantan cara o razonan defendiendose. No se puede o debe avasallar a nadie y hay que no saben educar si no es humillando.