Carmen Gispert Ribera
Psicóloga Especialista en Psicología Clínica
Col. Núm. 4071
LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
Una relación sana es la que contribuye al desarrollo y realización de las personas que la mantienen, cuando la relación con la otra persona en vez de hacernos crecer, nos debilita y nos hace sentir desgraciados y a pesar de ello dedicamos toda nuestra energía a mantener a esa persona a nuestro lado, probablemente hemos establecido una relación de dependencia emocional, también llamada relación adictiva, porque el comportamiento que muestran estas personas hacia sus parejas es similar a la que manifiesta el drogadicto en relación con la substancia que lo mantiene esclavizado.
A menudo los dependientes emocionales provienen de familias disfuncionales que por razones diversas no han podido satisfacer las necesidades básicas de afecto y seguridad, necesarias para el buen desarrollo de los hijos. Como consecuencia nos encontramos con personas inseguras, muy controladoras, con tendencia a negar la realidad cuando ésta es dolorosa, y con una necesidad desmesurada de afecto.
Cuando estas personas se emparejan, eligen de manera inconsciente, personas conflictivas que transmiten el mensaje de que necesitan ser ayudadas y que les aseguran el mismo tipo de ambiente que padecieron durante su infancia. Esto lo hacen sobretodo por dos razones, la primera por la tendencia que tiene cualquiera a repetir lo que ya le es familiar, no por bueno sino por conocido y la segunda porque en el fondo tienen la fantasía de que si consiguen arreglar la vida de su pareja, ésta les estará profundamente agradecida y les concederá el afecto tan esperado que nunca recibieron. El problema es que el amor no llega y cuanto menos correspondidas se sienten estas personas más se estimula en ellas el deseo de dar, igual que cuando eran pequeñas trataban una y otra vez de obtener el amor de sus padres sin conseguirlo y terminaban por pensar que no lo merecían.
Frecuentemente, estas personas acaban siendo maltratadas física y psicológicamente por sus parejas que incluso las acaban abandonando, porque además de responsabilizarlas de sus propios problemas, no pueden soportar su empalagosa entrega. Si las parejas las dejan, sufren una especie de síndrome de abstinencia que las lleva a procurar repetir lo antes posible la situación anterior.
Los dependientes emocionales suelen necesitar ayuda profesional y compartir sus experiencias con otras personas que han pasado por lo mismo para llegar a reconocer el porqué de sus repetidas elecciones destinadas al fracaso y conseguir de este modo aceptarse a sí mismos y quererse, requisito imprescindible para poder querer a los demás de manera saludable.
Etiquetas:
Gracias, Carmen. Qué gran verdad es que nos enganchamos a veces a personas por dependencia y que quizás estaríamos mejor sin este enganche. Son cosas a reflexionar.
Hay cosas que no sabemos como expresarlas y la forma de escribirlo creo que nos ayudara mucho a todos. La autoestima se tiene o no. Aunque la tengas te la pueden arrebatar sin darte cuenta, te van acosando poco a poco y quedas atrapado a una persona manipuladora que necesita que alguien haga el papel de victima para sentirse alguien fuerte e importante. Anular es lo peor que pueden hacer a una persona sensible. No importa que sea tu pareja, amiga, hermano o familiar. Te dominan a su antojo y cuando ya no te necesitan te dejan, sin ti no son nada y contigo te destrozan. Un tema muy actual y muy doloroso. Gracias Carmen
Cuesta años reconocer que eres dependiente. Te quitan hasta el aire que respiras......o eso te hacen creer que sin ellos te faltara el oxigeno para vivir. Cuando realmente es al reves. Son vampiros emocionales e inseguros. Darse cuenta es ponerle solucion.
Bienvenid@ a
La Comunidad de Sin-Límite
© 2024 Creado por Fundación TLP. Tecnología de