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Muchas gracias por vuestras opiniones. Me fui de casa cuando mi hermana tenía alrededor de 20 años. Yo tengo 4 años mas. Desde entonces la verdad es que no he tenido un contacto muy estrecho porque yo me fui a vivir a 120 Km, ella se chó allí una pareja, y yo en mi ciudad otra. La niñez y la adolescencia imagino que han sido tan únicas y tan iguales a las de cualquier otro como se pueda imaginar. ¿Competencia entre hermanas?. Sin duda la hubo. ¿Una madre con problemas y limitaciones que nos los ha transmitido?. Seguro que si. Pero yo la verdad es que a estas alturas de la vida creo que me he reconciliado y he aceptado mis limitaciones y las de los demás, incluidas las de mi madre. Creo que a ello me ha ayudado mucho el ser madre yo misma. Yo antes era muy criticona, y creo que era educacional. Ahora simplemente no me entra la crítica en la cabeza. Cuando alguien tiene un comportamiento extraño o inesperado para mi, o que me disgusta, simplemente mi cabeza comienza a intentar ponerme en su lugar para entender porqué lo hace, No es por ser una buena samaritana, sino todo lo contrario: sólo se aprende y se vence aquello que se entiende. A esto me ha ayudado el que me den unos cuantos palos en el trabajo y el darme cuenta de que había personas que tenían desarrolladas unas capacidades que a mi ni siquiera me habían dicho que eran valores positivos para andar por la vida (ambición, empatía, mano izquierda, diplomacia, estrategia,....). He aprendido muchísimo de compañeros que me han dado un palo y algo también de los compañeros buenos.
Pero me da la impresión de que mi hermana sigue anclada en el machaque educacionall que recibimos en nuestra infancia y adolescencia, donde todo lo que no se ajustaba a lo que mi madre pensaba era criticado por ella. Había que vestirse como ella decía, o sino era que tenías mal gusto. Había que preparar la comida como ella decía, o sino era que no sabías cocinar,....etc etc. Y por supuesto mi madre, con sus 80 años actuales, sigue exactamente igual. Y me da la impresión de que mi hermana lucha con ese modo de ser, pero no logra vencerlo. Quizás su vida, mas dura que la mía y sin hijos, haya hecho que esa educación se haya convertido en un problema, mientras que yo he podido soslayarlo. No se. Son simples impresiones personales. Pero me viene muy bien escribíroslas y oir lo que tenéis que decirme. Me hace pensar mas, y así será mas fructífera la cita con el psiquiatra. Muchas gracias de nuevo.
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